by AUTODOMINIS
EDITORIAL

"DGT: Siempre tramando algo nuevo"


Aunque más bien, en este caso se trata de “tramear” más que de “tramar”.
Me refiero a los relucientes radares de tramo que en muy pocas fechas adornarán los pórticos de nuestras carreteras.

Básicamente son dispositivos que miden tu velocidad media entre el punto A y B, y deciden mediante sencillos algoritmos si en esos kilómetros que distan un punto de otro has violado el límite de la vía. En caso afirmativo, su “potente” servidor informático tramita la denuncia que el centro de tráfico de León te mandará a casa.
El primero de estos artilugios se instalará en la AP-6 sentido Madrid, en los túneles de Guadarrama, y funcionará en fase de pruebas pasado el verano.
Pues vale.

Sí, en este caso vale. Por mi parte no hay objeciones a este nuevo método de detección y sanción (y recaudación) siempre y cuando se instalen en puntos especialmente conflictivos –y se avisen, claro está-. Así lo ha prometido Pere Navarro, el cuál también ha asegurado no olvidarse de las vías secundarias (las que más accidentes con victimas registran, no nos olvidemos).

Ahora bien, ¿qué pasa si al rebasar un vehículo que me impide la marcha con normalidad y seguridad doy al traste con mi media? El código de la circulación contempla ese exceso (entre 10 y 19 km/h) como no punible. Sin embargo con este método… ¿Me paro en el arcén y espero un minutito al ralentí para recuperar?
A todo esto, yo conozco este sistema por haberlo visto en Italia y en Inglaterra, pero allí nació con un “defecto de ambición”: cubren tramos demasiado largos. De esta manera, si se entra “pasado” en un tramo controlado por radar de pongamos 20 kms, se para a medio camino en un área de descanso, haces un pis, llamas a tu madre, un cigarrito y reanudas la marcha “pisando a tabla” como si tal cosa. Media medida: 112 km/h cuando en realidad no has dejado que la aguja caiga de los 140.
Y vendían el dispositivo como infalible…
Pero nuestra DGT es más humilde o menos ambiciosa, y no quieren abarcar más de lo que pueden cubrir, es por ello que nuestros radares de tramo rara vez se alejarán más de 5 kms uno de otro.

Por cierto, cada invento de estos cuesta entre 250.000 y 500.000 euros de tus impuestos. Ahí lo llevas.

Mucho más barato e interesante (a mi modo de entender el tráfico y sus peligros) me parece la nueva versión del “Límite 50. A más velocidad semáforo cerrado”. Todos lo hemos visto en nuestras carreteras, pues ahora mucho ojo con él, ya que a este inocente semáforo se le ha dotado de un nuevo arma (no, aún no se deciden por el lanzacohetes, pero tiempo al tiempo…): se trata de una cámara que te multará duramente por si has decidido no tomarlo en serio y saltártelo. En ese caso “saltarán” de tu cartera entre 91 y 300 euros y de tu carnet 4 puntillos. La verdad es que andar por ahí saltándose los semáforos en rojo está bastante feo. Con cámara o sin ella.
Si la colocación de los radares de tramo ya se ha avisado que no será “masiva”, la de los “semáforos armados” sí será prolífica a lo largo del próximo año. Atentos.

Y hasta aquí –por ahora- puedo leer, pero desde hoy y hasta que se apruebe la nueva Ley de Seguridad Vial que prepara el Senado (primavera de 2010) seguirían tramando o trameando más cosas, seguro.


¡ay que nostalgia de los radares de antaño!





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