"Falta de sensibilidad"

El tema arranca en una sección de deportes de un informativo de una cadena nacional. Tras un parte especialmente ominoso de la actualidad -si todos son malos este era directamente asqueroso- en que se nos dio cuenta de que una mujer saltaba al vacío acabando con su vida desde el balcón del piso que le iban a embargar esa misma mañana, que 4.500 empleados de Iberia marcharán "volando" a la cola del paro merced a la reestructuración de la compañía en manos de sus nuevos dueños, que a los farmacéuticos valencianos no les paga la Generalitat las recetas desde hace un lustro, que la Sanidad Española está en pié de guerra en los hospitales enfrentándose a los recortes… y que nuestro gobierno no sabe-no contesta. Es decir. Como siempre.

Y llega el momento deportivo del espacio. Una sección que según cual da para escribir todo un tratado de oligofrenia y que, a menos que la cadena en cuestión disponga de los derechos de retransmisión de otro evento o disciplina, todo se reduce al fútbol. Tras la lesión de un u otro jugador nos deleitan, y aquí viene el producto del escarnio, con la entrega de coches Audi a los jugadores del Real Madrid. Y obviamente, estos ases del balompié, puestos a elegir lo que fuera, no se iban a conformar con un A1 diesel de tres puertas.

Asistimos, pegados al televisor, al acto de entrega merced al cual unos salían en su S8, otros en Q7, algún RS5, S5, A7… según sus gustos y preferencias. Una media de 90.000 euros por coche "gratis total" para su uso y disfrute. El trato de la información, por otro lado, según lo que vierais fue de lo tendencioso a lo simplemente sensacionalista. Por cierto que redondeó la jugada la "pieza" sobre el curso de conducción gratuito que de manos de los especialistas de la marca de los cuatro aros los jugadores recibieron.

Entonces claro, es inevitable y previsible que a la vista de los acontecimientos crezca la indignación y se manifieste un severo cabreo.
Contra los "obsequiados", según puedo constatar, lo que menos. Es obvio que a ellos les trae sin cuidado que un fabricante les dé este coche o el otro, porque al día siguiente van a llevar al entrenamiento el que de verdad les gusta y han pagado. Aunque por contrato se dejen ver de vez en cuando con el entregado, que de eso se trata.

Y por el otro lado, comprendo que muchos os hayáis mosqueado con la marca, la que parece mostrar muy poca sensibilidad con el resto de los mortales que apenas llegamos a fin de mes, regalando coches a quien menos lo necesita o a quien más puede -y debe- pagarlos.
Esto merece una aclaración antes de que "peguéis fuego a vuestro A4" o aparezcáis en el concesionario "con la camiseta puesta de Cristiano Ronaldo a ver si al menos tienen la decencia de regalaros las alfombrillas tras entregar 30.000 euros por un coche de su marca", como me habéis contado.

Al fin y al cabo, el acuerdo entre la marca y el equipo es una cuestión puramente mercantil que atañe a su imagen. Y es cierto que Audi no ha estado espabilada a la hora de cuidar la misma con un acto a destiempo, amén de no ser una firma especialmente conocida por su labor filantrópica -para eso está papá Volkswagen-, pero si eres el sponsor de un equipo, lo eres con todas la consecuencias. Esto es, quieres obtener relevancia -casi- a cualquier precio con unas condiciones pactadas entre ambas partes. Yo te doy tanto, tú me das esto y nuestros nombres quedan ligados a la hora de aparecer en los medios. Suele funcionar… mientras no te cojan manía. Y esa es otra.

Yo a Audi no le tengo una simpatía especial, pero tampoco antipatía. Reconozco que hacen unos coches estupendos, sosos pero excelentes, y que no pruebo más su producto porque nuestra relación, también es cierto, no es fluida (ahora me pregunto si quizá sea por ser yo "colchonero"…), pero no merece el insulto por una cuestión en la que no fue, ni mucho menos, culpable absoluto.

Porque si hay alguien con el colmillo retorcido en este asunto, fueron los propios medios que se hicieron eco en esos apartados cotillo-deportivos.
Se les hubiera podido pedir que, no siendo la noticia de candente actualidad, fuera tratada otro día menos aciago en la prensa. Pero claro, eso en los tiempos que corren no es fácil, pues cada día parece la víspera del apocalipsis. También, como muchos medios especializados hemos hecho, sabedores de la noticia optamos por no publicarla pues incluso, en su forma más sencilla, no atañía excesivamente al mundo del motor y el contenido -como así fue- podía crear suspicacia. Ya veis, nos preocupamos más nosotros por la imagen de Audi que ellos mismos ¿O no? Porque tú cuando has soltado un millón de euros en coches quieres que se note… para bien claro, y ese es el problema.
Ya que en el mejor de los casos, el asunto se afrontó con sorna. Todo el mundo olvidó decir que los coches no son de "regalo", que es un préstamo con opción a compra, y que el curso de conducción se lo dan para que no los rompan, precisamente, para que pasado un año el que quiera lo devuelva… de una pieza.

A lo mejor, el enfoque de algunos de estos genios de la comunicación buscaba aportar el punto gracioso, como genios del humor en chandal que se han creído, pero les salió una cosa rara a medio camino entre tonta y ofensiva. Y a lo mejor era lo pretendido, crear una montaña de un grano de arena.

Pero también pudiera ser, aunque no lo creo, que el "bisnes" les haya salido perfecto a todos los actores. Unos consiguen sus coches, otros su notoriedad y los portavoces del acuerdo la noticia jugosa con la que llenar su sección ese día. En ese caso sí que a todos les hubiera faltado sensibilidad, pero yo en estos temas prefiero ser bienpensado y quedarme con que no ha sido más que una anécdota boba tan inofensiva como triste, por la parte en que los niños ya no quieren ser ni pilotos, ni médicos, ni farmacéuticos, que a todos les va como una "mierda", sino futbolistas, que salen con modelos, ganan "pasta gansa" y además Audi te da el coche gratis.