"Realidad o ficción"

Resulta que por fin la marca de tu interés presenta oficialmente el modelo que llama tu atención y… ¿Cómo? ¡Esto no es lo que a mí me habían vendido!
Chasco supino al constatar que si no muy lejos, el automóvil en sí al final ha distado lo suyo de lo que lo que muchos medios te venían “adelantando”.

Esta es una práctica habitual dentro del sector y bueno, prácticamente dentro de cualquier actividad periodística. Si no hay noticia, se “inventa”.
Sorprende ver la cantidad de publicaciones “on y off line” a las que no les falta contenido para llenar sus páginas. Parece que cada día nos presentaran alguna novedad o primicia, cuando la realidad no es así.

Hay publicaciones serias, y nosotros pretendemos ser una de éstas, que no sacan a la luz nada concreto hasta que proviene de una fuente fiable, de la marca básicamente. Sin embargo, algunos piensan que ese rigor no es otra cosa que pereza o la falta de información que a los otros parece sobrarles.

Y esto es así porque no nos gustan las recreaciones, interpretaciones, anticipos o simples juegos de photoshop que más tarde nos tendremos que tragar al haber decepcionado a nuestro público por su mayor o menor desatino.
Porque en serio, ante la inminente llegada de un determinado modelo al mercado son cientos los diseños que salen a la luz y menos de dos o tres dan con las líneas maestras del automóvil después presentado.
Y eso, más que gustar, entiendo que “joda” como me lo habéis hecho saber, a muchos de los que esperáis con ansia la puesta en escena de un vehículo concreto.

A mí como comprador, también me ha pasado. Y como prensa, muchas veces me he creído ninguneado al no contar con un dossier… que luego en realidad no existía.
Porque uno todavía tiene a bien contrastar la información, algo tan en desuso hoy en día…

Tampoco me corresponde a mí justificar esta práctica de los medios especializados de mi ramo, sin embargo, sí que puedo dar una explicación que puede o no ser tenida como disculpa.

El principal causante de ese chorreo de recreaciones y fotos modificadas no es otra que la necesidad de llamar la atención, que piques el anzuelo y compres tal o cual revista que sacan en portada el, qué se yo, nuevo BMW Serie 4 Gran Coupé. Luego, en páginas interiores descubrirás que es un boceto, pero ya es tarde, te la has llevado. Y seguro que a la siguiente vez que veas otra información del mismo tipo, caerás de nuevo en la trampa. Y con las webs, esto es lo mismo multiplicado por 20. Hay que conseguir visitas a toda costa.

Pasa lo mismo en la prensa deportiva, algunas veces hay que darle tres o cuatro vueltas a un mismo tema para estar surtido de información y lectores.
También he de partir una lanza a favor de mis compañeros, y es que ante la expectación que generan muchos modelos, remueven Roma con Santiago para que “alguien” les cuente “algo” del producto definitivo. De eso vive el insigne Georg Katcher. Quien acostumbre a leer prensa del motor, sabrá de quién hablo.

Lo malo es que las marcas suelen ser bastante crípticas a ese respecto, dejando caer lo justo a los plumillas que intentan sonsacarles. Lo más normal es que te digan “Será más grande, más bajo y más ancho que el actual modelo pero mejorando sus cotas y conservando su ADN, eso sí, mezclado con las últimas propuestas de la marca y en línea con el nuevo lenguaje de diseño que inauguró el concepto Placenta-ion-eco9”. Y ahí te dejan. Ahora siéntate tú a interpretar eso con un programa de diseño. Pues claro, te van a salir 1.000 combinaciones distintas sin llegar a acertar en ninguna.

Es más fácil cuando sacan una “mula” o “muleto” (coche camuflado) a carretera, pero ten por cierto que bajo su maquillaje esconderá algún detalle relevante de su estética. Por ejemplo, a vuela pluma y ya que hemos hablado de BMW, ni Dios, repito, ni Dios, anticipó que las ópticas delanteras del nuevo Serie 3 “mordieran” la parrilla hasta los riñones Made in Munich.

Por no hablar del Serie 1. Cualquier recreación era infinitamente más agraciada que el modelo presentado hace apenas un año.

En el otro lado de la balanza están los fabricantes, que antes de decidirse por una línea en particular lanzan dos o tres propuestas a la palestra. O que sencillamente no saben qué hacer, como le pasa a Alfa Romeo con el sustituto del extinto 159.

Y esto, con todos los modelos y fabricantes.
Por ello hay que estar atento, y no confundir la realidad con la ficción. Merece más la pena esperar a que la información sea la oportuna y venga de donde debe, que invertir ilusiones en quimeras que algunas veces hacen más daño del beneficio que pretenden.