by AUTODOMINIS
EDITORIAL

"Nuevos malos hábitos"


Las nuevas tecnologías incorporadas en los nuevos automóviles generan nuevas malas costumbres entre los conductores.
Cuando yo me saqué el carnet de conducir, hace ya unos cuantos años, mi instructor de auto escuela insistía en que evitara a toda costa –al menos el día del examen- los malos hábitos al volante más comunes de la época. Estos eran, básicamente, bajar la ventanilla y apoyar el codo y/o reposar la mano derecha permanentemente sobre la palanca de cambios.

Poca más posibilidad de distracción había en unos coches que ni siquiera todos tenían radio o aire acondicionado. Lo cual, visto en retrospectiva, era casi de agradecer.

Ahora, aunque lo del codo y la ventanilla aún persiste, los nuevos equipamientos traen consigo nuevos comportamientos no recomendables para la seguridad o la mecánica.

Por ejemplo el sistema de parada y arranque automático. Hoy por hoy hay un porrón de conductores que mantienen pisado el embrague en toda situación, incluso en punto muerto, para que el motor no se detenga continuamente. Esto, a la larga, va a pasar factura a la pieza. Bueno, más bien, pasará factura a nuestro bolsillo.

Por otro lado, la popularización de los cambios automáticos ha hecho que esa mano derecha que antes estaba el 60% del tiempo apoyada en el pomo se quede como “sin Dios”. Porque no, no os creáis que ha ido a parar al volante, no, ahora se entretiene jugando con la apertura y cierre de la guantera del apoyabrazos, trasteando con el móvil porque sí, hurgando orificios corporales –la mayoría, en la cara- o simplemente siguiendo el ritmo de la música con un alegre golpeteo en la consola entre los asientos. Que digo yo que los concesionarios podían regalar, junto con las alfombrillas, unas castañuelas para mantener entretenida a esta mano loca.

También está el tema de beber en el coche. Claro, y es que si nos ponen diez o doce posavasos habrá que llenarlos con algo. Cafés, refrescos, bebidas energéticas, un San Francisco son su sombrilla y todo… que siempre, tarde o temprano, acaban por derramarse causando estragos en la tapicería, cuando no en el botón del freno de mano eléctrico. Pero bueno, es importante estar bien hidratado…

Lo del manejo de los equipos multimedia ya es harina de otro costal. Y más cuando los fabricantes insisten en que nuestro coche sea una central de comunicaciones que ya quisiera para sí el Mando Operativo de la Defensa (de hecho, creo que el nuevo control de misiles lo van a instalar en el interior de un Volkswagen Passat…). Yo mismo en más de una ocasión me he sorprendido al haber llegado a casa sin mas recuerdo del camino recorrido que los menús, submenús y ajustes de la pantalla táctil con la que me he ido peleando.
La legislación va a tener que espabilar y ampliar la sanción de “hablar por el teléfono móvil” con nuevos apartados de “subir foto a Instagram”, “compartir en Facebook” o “enviar un e-mail urgente con hoja de cálculo adjunta”.

Y la publicidad no ayuda, ya que las marcas nos suelen presentar como “guays” a perfectos subnormales que hacen el uso más estúpido de la tecnología a su alcance. Pero bueno, eso es otra historia. El día que me ponga con ella…

Hasta aquí la parte “divertida” de los malos comportamientos, pero hay un lado mucho más peligroso.

Por ejemplo, el hábito kamikaze de poner el control de velocidad hasta en ciudad, lo que ya es el colmo de la pereza.
Ahora los hay con radar capaces de adaptar la velocidad, pero aún así, ceder el mando del gas en un entorno cambiante… cuidado. Conozco a varias personas que así lo hacen y me dicen que de todas formas “van atentos”. Ya, claro. Atentos a los escaparates…

El último mal hábito –de esta lista, no de todos los que hay- hace alusión a las falsas indicaciones de fallo en los nuevos vehículos.
Como a los conductores cada vez se nos priva de más información mecánica en nuestros coches (ya es raro encontrar un utilitario con termómetro del refrigerante) sólo disponemos de un testigo que, una vez encendido, hace que se nos pongan los pelos de punta y nos echemos de inmediato a la cuneta a llamar a la grúa. Y la mayoría de las veces son pijadas que no revisten gravedad ninguna.
Fallos en los sensores, sistemas anticontaminación… pero ante la duda… ¿qué le vamos a hacer?.
El avisador de salida involuntaria del carril trae consigo un molesto pitido y/o vibración cuando apuramos la maniobra, pero dado que sólo se activa cuando accionamos el intermitente… más de uno y más de dos ahora deciden cambiarse peligrosamente de carril sin indicar la maniobra ahorrándose así que el dispositivo les chiste.

Todo ello configura un rosario de malos hábitos al que veremos cómo en poco tiempo se suman otros, y los fabricantes implementarán nuevos sistemas para corregirlos pero que traerán consigo otros tal vez más peligrosos. ¿Conducción autónoma pues? Hace poco un fatal accidente al otro lado del charco demostró que no, que tampoco es buena idea dejar que tu coche conduzca mientras tú vas viendo la última peli de Harry Potter…





Curro San Miguel.com
Equipo C
Francisco -Curro- San Miguel (Editor), Marisa Castre (Directora de Contenidos), Manuel dCP, F. David Arós, Michael D. Hesse, David S. Pareja (Colaboradores), Roberto Sanjuan (Webmaster).