by AUTODOMINIS

Prueba del Lexus RX450h F-Sport

Lexus RX450h F-Sport

" Mantener la referencia "

Lexus actualiza su lujoso SUV RX con la llegada de esta nueva generación, con nueva imagen, propulsión optimizada y todo el equipamiento tecnológico y de confort para seguir siendo la referencia de los híbridos de su segmento.


Cuando alguien piensa en un todo-camino grande, Premium y con motor híbrido el primer candidato siempre es Lexus. Y mira que a día de hoy todos los fabricantes ofrecen un contrincante equivalente en sus filas.
Pero dicen que “los experimentos, con gaseosa”, y a la hora de soltar el buen dinero que valen estos coches, mejor apostar sobre seguro y escoger aquel modelo con la tecnología más probada gracias a haber sido el primero en atreverse con ella.
Y es que el primer Lexus RX con la chapa Hybrid echó a rodar hace cerca de una docena de años por nuestras carreteras.

Y desde entonces, tres generaciones han pasado, siendo la que hoy nos ocupa, la cuarta con la que nos encontramos.



Exteriormente el nuevo RX sigue el lenguaje de diseño mostrado por su hermano pequeño, el NX, y común ya a toda la gama.
Priman los vértices, las aristas, los pliegues imposibles y las líneas de fuerza y tensión, lo que lo vuelve musculoso, llamativo y muy moderno.

Nuestra unidad de pruebas era un “lo más de lo más” F-Sport, con un agresivo morro específico, en el que la parrilla ocupa tres cuartas partes de su extensión dejando espacio tan sólo a sus lados para la iluminación “Full LED” y algún detalle cromado más.

El perfil también está marcado por unas grandes y preciosas llantas de 20 pulgadas en acabado oscuro. Llaman la atención las protecciones plásticas de los pasos de rueda como si de un SUV de verdad se tratara y algún día fuera a poner una rueda fuera del asfalto…
Más controvertido en cuanto al gusto es el remate de su parte trasera, con una falsa caída partir del pilar C que hace que la tercera ventanilla lateral sea apenas testimonial. Supongo que buscaban potenciar la línea cupé tan en boga en nuestros días.



La parte trasera es discreta. Nuevas ópticas pero en línea con las anteriores, una luneta muy tendida con alerón de techo y un paragolpes muy envolvente en cuya base parece que los diseñadores estuvieron tentados de incluir dos falsas salidas de escape a la moda para al final arrepentirse y dejar tan simplemente un par de arabescos decorativos en el plástico.

Pasamos al interior, donde la atmósfera de calidad a la que nos tiene acostumbrados la marca nos recibe de buen grado. El cuero de los asientos es súper suave y su color rojo en contraste con el blanco –nacarado- de la carrocería es francamente bonito. Nos sentamos y comprobamos que las diferencias con respecto al RX saliente son sólo de matiz.



Sí, el diseño es nuevo, pero resulta tan familiar que la novedad pasa a segundo plano. Es bueno reencontrarse con unos sencillos y aparentes mandos para la climatización y el extraordinario equipo de audio, tener una palanca de cambios aunque el coche carezca de caja de cambios propiamente dicha, suficientes huecos, grandes salidas de ventilación, salpicadero forrado en cuero, volante multifunción de extraordinario tacto y una pantalla multimedia bien en lo alto para no distraer –demasiado- la atención. Pero no me es tan grato volver a ver de nuevo el cuadro excesivamente minimalista, el “ratón” que dificulta un huevo el manejo del navegador o una serie de luces y botones que parecen dispuestos a “lo loco” en el último momento.



Sin embargo, es probable que una vez acomodados en sus grandes y cómodos asientos pasemos esos defectos por alto ya que el puesto de conducción está de lo más logrado. Volante y asientos se ajustan eléctricamente y tienen memoria. Los espejos son bastante grandes y lo que no veamos a través de ellos nos lo chivará el avisador de objetos en el ángulo muerto. Lo mismo pasa con la trasera, hacia donde nuestra visibilidad es bastante escasa. El circuito de cámaras 360 nos mostrará los obstáculos hacia todos lados. Y está bien, porque el coche es más voluminoso de lo que parece.

En las plazas de atrás se disfruta de gran holgura gracias al suelo plano, que permite que los tres ocupantes de esta zona puedan viajar sin dejarse ninguna extremidad en casa. La altura también es buena y ahora las salidas de refrigeración de las baterías restan menos espacio a lo ancho. El techo panorámico y los ventanucos extra a la altura de las cabezas dotan a estas plazas de gran sensación de luz y espacio.



Pasamos al maletero, Talón de Aquiles de todos los híbridos al disponer en su base de los acumuladores de energía. Aquí el RX juega su baza de ser alto y grande, y puede presumir de un buen volumen de carga incluso ofreciendo un cajón auxiliar bajo su base. Sin embargo, su capacidad total lo relega al estándar de SUV medios (un Nissan Qashqai tiene casi el mismo espacio disponible). Lo bueno es que se puede quitar la toldilla y, en caso de necesidad, cargar hasta el techo o abatir el respaldo de algún asiento. El plano de altura de carga también está un poco elevado y su sistema de apertura/cierre eléctrico nunca ganará una competición de velocidad.



Estamos prestos ya a ponernos a los mandos, no sin antes hablar de qué se ha cambiado o mejorado en las tripas del coche.
El motor térmico sigue siendo un V6 gasolina de 3.5 litros de capacidad. Se ha partido del bloque “antiguo” pero se le han mejorado un montón de piezas para mejorar su eficiencia y rendimiento. De hecho, la potencia ganada por esta generación del RX se debe a ello ya que la parte eléctrica, con dos motores uno delante y otro detrás, sigue siendo la misma, aunque se han optimizado las fases de carga.

Es curioso que Lexus -aún- no haya aprovechado esta generación del RX para entrar de lleno en el territorio de los híbridos “enchufables”, sin embargo, para gente como yo que cuando ha tenido a prueba uno de estos y 8 de cada 10 veces se le ha olvidado enchufarlo al llegar a casa, se agradece que me ahorren andar trasteando con cables y alargadores o simplemente lamentándome por mi “mala cabeza”.



Bien, pues el Lexus, a menos que esté muy frío o hayamos fundido las baterías antes de llegar a casa, arranca siempre en modo eléctrico. En silencio y con elegancia. Y más vale que te vayas acostumbrando a esa sensación, pues si hay una tónica dominante que marque esta prueba esa será la suavidad.

Sea en modo eléctrico o con el motor térmico arrancado en este RX reina el silencio, brindando a todos sus ocupantes una experiencia Premium de primer orden.
Creo que coincidimos la mayoría de compañeros de la profesión al afirmar que el Lexus es el SUV grande más cómodo de cuantos se mueven por nuestras carreteras.

Y no es sólo el motor, también el tacto de la dirección, la frenada que va perdiendo poco a poco ese tacto difuso debido a la regeneración de la energía, y la suspensión, de dureza variable y en este acabado F-Sport con estabilizadoras activas que ayudan a reducir el balanceo en conducción decidida.
El cambio de marchas también pone su grano de arena a ese confort general, ya que al no ser un cambio al uso –sigue fiel al variador continuo CVT- no hay saltos entre marchas –porque no hay marchas como tales- ni reducciones ni función “kickdown”. Estas son sus “luces”. Sus “sombras” ya las conocemos: ruido al exigirle a la mecánica, nula capacidad de retención, prestaciones mermadas y un manejo poco edificante de su función “manual-secuencial”.
Pero es lo que hay, lo que siempre hubo y lo que parece que en Toyota-Lexus se muestran reacios a cambiar.



También es cierto que el modo “Sport” de este coche apenas ofrece mejora sobre su rendimiento habitual y que si buscamos un SUV con comportamiento deportivo quizá debamos buscar en otras marcas. Pero en carreteras de primer orden y autopistas el RX va genial. Y se notan esos caballos de más en su mecánica convencional. Por supuesto mencionar que tampoco es un “tragamillas” al uso, ya que circular en vías rápidas a cruceros sostenidos dará al traste con su consumo al no poder hacer valer su configuración híbrida. Por ejemplo nosotros, en nuestra prueba de consumo a los 100 kms de uso mixto con 40 kms de autopista, 40 de carretera y 20 tan sólo de ciudad no pudimos bajar de los 8 litros, cosa que hubiera cambiado bastante de insistir en el entorno urbano (en esos 20 kms hubo momentos en que nos marcó una media de 2,8).

Y es que en ciudad, parece mentira, se mueve como pez en el agua. Tiene presencia, empaque y altura para controlar el tráfico. Maniobra mejor de lo que se pudiera pensar y a ritmos legales callejeamos casi siempre en modo eléctrico disfrutando de la paz, la tranquilidad y la calidad que otorga su bien aislado habitáculo.



Por otro lado y al ver su aspecto, alguno me preguntó por sus cualidades camperas. Pues estas son muy escasas. No es 4x4 propiamente (las ruedas de atrás sólo se propulsan –un poco- con el motor eléctrico de entre sus ejes), la altura tampoco es un escándalo y los ángulos son nefastos. Sus ruedas tampoco están pensadas para ellos y además… ¿te vas a arriesgar a rayar alguna de sus preciosas llantas?. Mejor circular siempre por lo negro y, ocasionalmente, subirse a un bordillo o circular por un camino de tierra en muy buen estado.

Llegamos al asunto del precio y nos damos de bruces con los un poco más de 90.000 euros que hay que pagar por este coche. Una cantidad elevada, que se puede matizar al descubrir que todo es de serie, hasta la pintura nacarada.
Un precio en consonancia con el de sus rivales con similar tecnología, alternativas que lo digan o no, siempre se fijaron en este Lexus RX como referencia… aún.


NUESTRA NOTA: 8.5
Valoracion prueba 8.5
Cosas a favor

Funcionamiento sistema híbrido
Calidad
Estética y equipamiento F-Sport

Cosas en contra

Multimedia engorroso
Consumo en vías rápidas
Cambio CVT de Vespino

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 3.456 c.c.
  • Potencia: 313 CV CEE
  • Par: 335 NM
  • Tracción: integral… más o menos
  • Caja de cambios: automática 6 velocidades… más o menos
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 477/188/168 cms
  • Peso: 2.025 kgs
  • Ruedas: 235/55R20 Op
  • Maletero: 446 l
  • Cap. Depósito: 65 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 200 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 7,7 seg
  • Consumo medio oficial: 5,3 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, TCS, 6 airbags + de rodilla conductor, asientos eléctricos, bluetooth, cámara 360º, sensor de luz y limpias, navegador, luces Full LED, tapicería de cuero, limitador y control de velocidad con radar, techo solar, suspensión neumática, head up display, avisador de objetos en el ángulo muerto, control de carril, pintura metalizada…

"Bonus Gallery"
Fotografías del Lexus RX450h F-Sport

  • El cuadro del Lexus RX450h aunque claro, creo que peca de minimalista

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  • ¿Búscame la receta? ¿Bésame recta? Todavía no tengo muy claro a qué alude semejante testigo

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  • La principal utilidad del acelerómetro disponible es intentar dibujar islas reales o imaginarias

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  • El mando del equipo multimedia me sigue sin convencer. Tal vez por ser el más distinto de todos los del mercado

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  • Como experiencia offroad, todo lo que vaya más allá de levantar un poco de polvo a la salida una obra… no es recomendable

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  • Indudablemente el Lexus es un coche bonito, moderno y elegante

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