by AUTODOMINIS

Prueba del Infiniti G37 AWD 7VAut.

Infiniti G37 AWD 7VAut.

" Ad Infinitum "

Hasta el infinito y más allá. Exactamente hasta allí -ida y vuelta- se puede viajar como si tal cosa con esta propuesta de lujo japonesa tan exótica como interesante, tan válida como cualquier alternativa alemana ¿no te lo crees?


Pues revisa tu fe y actualiza tus creencias, ya que la oferta vale la pena.
Nos encontramos aquí con una berlina “de representación”, algo del estilo del Audi A4, BMW Serie 3 o Mercedes Clase C. Sin embargo, mientras las dimensiones de éstos resultan algo más contenidas, el Infiniti G37 apunta más alto y se queda más cerca del Citroën C5 y Ford Mondeo, los verdaderos “gigantones” del segmento.



Su línea es bastante atractiva, con curvas fluidas y ángulos bien resueltos, con un morro largo y musculoso y una zaga rematada estilo cupé (tan de moda hoy en día) con un maletero que adorna su tapa con un alerón cromado que a mi juicio y gusto, desentona con el conjunto. Al menos aquí, en nuestro país y continente, lo que nos lleva al origen y fundamento del modelo aquí probado.

Bien, Infiniti es la marca de lujo de la japonesa Nissan, con tan gran proyección en los Estados Unidos que no se puede ocultar que sus modelos buscan el favor del público yankee… más exigente. El concepto no es nuevo, Lexus lo lleva haciendo ya desde hace tiempo con muy buenos resultados. ¿El secreto? Mezclar con gracia la tecnología japonesa, la calidad europea y el poderío americano.



Vayamos por partes.
La tecnología viene dada por la carga de “juguetes” que equipa este modelo –de serie y en opción-. Cámara de marcha atrás, llave inteligente, navegador de lo más completo, control de velocidad con radar, faros adaptativos, leds por doquier, cambio automático/secuencial de 7 velocidades y levas de magnesio tras el volante… amén de todas las regulaciones eléctricas imaginables para sus grandes y cómodos asientos.
La calidad se descubre al abrir la puerta. Buenos plásticos, buenos ajustes, buen cuero, buenos remates y todo en su sitio.
Y el poderío… V6 3,7 litros y 320CV.

Tomando conciencia de todo ello nos subimos en el G37 berlina… no sin antes indagar acerca de en qué G37 nos estamos montando. El caso es que buscábamos un G37 al uso, propulsión trasera y cualquier acabado. Al ver que no contábamos con ningún distintivo “AWD” “S” “GT” o similar en la trasera… entendimos que era lo que nos llevábamos. Sin embargo una “X” al lado del “37” nos hacía dudar. Y Bingo, dicha letra hace referencia a la tracción integral que resultó que sí que teníamos. Aunque también es cierto que dado el buen comportamiento del coche durante el lluvioso día en el que lo recogí… algo había sospechado.

Hecha la aclaración, volvemos al asunto.
Abro la puerta y me siento, el asiento se mueve él solito de manera solidaria al volante hasta dejarme en la postura ideal. Arranco pisando freno y pulsando botón. Ruge. Me gusta. Pero todavía no nos vamos a poner en marcha.
Analizo el interior. Buena posición al volante gracias a las –antes mencionadas- 1.000 regulaciones del asiento. La calidad de los materiales empleados en el interior es fantástica, igual que lo bien que ajustan y lo ordenado y racional que es su salpicadero. Todo es intuitivo y funcional. El tacto de los mandos es correcto y su aprendizaje, rápido y sencillo. Incluso el navegador, con pantalla táctil tras este ligero “restyling” que incluye en su disco duro la Guía Michelín.

El volante es irregular y atractivo y, a pesar de contar con un buen puñado de botones en su interior, no avasalla en su manejo. Los botones del ordenador de abordo, en un lateral de la capilla de los indicadores, sí me parecen un poco “cutres”.



Entre las dos butacas delanteras un generoso apoyabrazos con gran hueco, delante los reguladores de los asientos calefactables, el botón “Snow” de la transmisión automática. Busco el botón para quitar el freno de mano… pero no lo hay, tampoco palanca. Lo que sí que hay es un lamentable pedal a la izquierda del pedalier, al estilo Mercedes. Es decir, al estilo de lo peor de Mercedes. Un chasco.

En fin, aprieto, lo libero y salimos en marcha.
Posición “D” –normal- y a rodar.
Lo primero que llama la atención es lo bien que sale. Haciendo gala de “lo gordo de su motor” con un bramido sexy ganamos velocidad de manera aplastante. Los cambios se suceden sin saltos ni tirones con la suavidad sedosa que promete el planteamiento del modelo. Es una berlina rápida, mucho, pero también muy cómoda.

Lo que no quiere decir que sea torpe o burguesa, busca un trazado de curvas con regular o buen asfalto y descubrirás toda su agilidad.
A pesar de no ser un modelo ni pequeño ni ligero, su rápida dirección y la oportuna puesta a punto de su chasis con suspensiones duras y muelles grandes lo convierten en un tragamillas sobre cualquier trazado y superficie, pues su tracción total transmite toda la potencia al suelo con extraordinaria diligencia. Y todo ello sin contar con la dirección a las 4 ruedas (4WS) que se ofrecen de serie en los acabados superiores.
Pasamos a modo “Sport” en su caja de cambios, buscamos un tramo totalmente despejado de carretera y nos desmelenamos.

Donde antes teníamos una berlina muy rápida, ahora tenemos una muy-muy-muy rápida.
Si hundes el pedal hasta el fondo el coche acelera como un cohete aguantando cada marcha hasta el corte acompañando el espectáculo un sonido de motor de “diablos cabreados” bajo el capó. Y en un santiamén y en cuarta nos hemos puesto ya a XXXCENSURADOXXX kilómetros por hora. Una pasada.



El cambio mejor dejarlo en automático, el manejo con levas resulta artificial y parece que el coche sabe mejor que tú mismo la marcha que precisas.
Los frenos cumplen, pero en uso intenso cada vez tenemos que pisar más a fondo para obtener una respuesta contundente.
No obstante no nos engañemos, el Infiniti G37 no es un deportivo, su pretensión va más en la dirección de ser una berlina capaz de ir realmente deprisa con grandes cualidades dinámicas y un confort a la altura de los mejores del segmento.

Hace tiempo unos compañeros de la prensa enfrentaron este coche a un Audi S4. Ganó el alemán en esa contienda, pero claro, se partía de un error de concepto… Uno prima la deportividad y el otro –éste- la aúna ofreciéndola en la dosis que cada conductor medio realmente precisa. Por no hablar de que uno tiene la misma personalidad que un vulgar adoquín con alerón SLine y el otro viste un traje exclusivo con corte a medida (no diré cuál es cuál…).
Y si insistimos en la comparación, debemos comparar equipamiento, y aquí el japonés arrasa de nuevo. Tiene todo de todo de serie, y nuestro coche además contaba con el Pack Multimedia (3.500 euros) que incluye el navegador, la cámara trasera de aparcamiento y un equipo de sonido Bosé que suena francamente bien.



Lo peor es el partronic, que pita por todo hasta tal punto de pensar que se ha roto. Lo bueno es que se puede desconectar.
Y ya que hablamos de cosas malas también hemos de hablar de un maletero sólo correcto y de unas plazas traseras que, si bien albergarán perfectamente a dos adultos (los asientos incluso son reclinables) una tercera persona viajará muy incómoda en el lugar central debido a lo voluminoso del túnel de transmisión.
Tampoco tenemos rueda de repuesto y… el consumo.
Y aquí no le podemos pedir peras al olmo. Tenemos en el morro un propulsor atmosférico de casi cuatro litros de cilindrada y más de 300CV. Su competencia juega con ventaja, pues casi todos se han pasado al “rollo turbo”.
Nuestro Inifiniti G37x ha marcado 13,2 litros de media de sin plomo a los 100 kilómetros recorridos en uso mixto estricto.
Mucho, sí. Aunque también es cierto que nuestro coche de pruebas apenas tenía 1.000 kms de uso. Yo creo –tengo la esperanza- de que irá bajando hasta hacer unos más razonables 11 litros y poco.
Eso son casi dos litros más que los que consume un Bmw 335i XDrive… tirando de sobrealimentación, claro.

Pero todo esto es cuestión del uso y del abuso del motor, y de que cualquiera de los más ahorradores Mercedes C350CGi, Audi A4 3.2Fsi Quattro o el mencionado Bmw a igualdad de equipamiento salen casi 10.000 euros más caros que nuestro oriental protagonista. Es cuestión de cómo echemos las cuentas.



Porque bien planteado este coche es eso, un coche bien planteado. Te da todo lo que esperas y le suma un toque de exclusividad. Todo por 47.500 euros.
Una original y bonita berlina para viajar cómodo, rápido y seguro…ad infinitum.
Tómala en consideración a la hora de elegir berlina, pues a todo lo bueno dicho hasta ahora añadiré que nadie en tu garaje tendrá un coche igual… hasta que lo descubran.


NUESTRA NOTA: 9
Valoracion prueba 9
Cosas a favor

Motor
Comportamiento
Exclusividad

Cosas en contra

Consumo
Sin rueda de repuesto
Sensores locos

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 3.696 c.c.
  • Potencia: 320 CV CEE
  • Par: 36,7 mkg
  • Tracción: integral
  • Caja de cambios: automática 7 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 477/177/145 cms
  • Peso: 1.801 kgs
  • Ruedas: 225/50R18
  • Maletero: 450 l
  • Cap. Depósito: 80 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 240 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 6,0 seg
  • Consumo medio oficial: 11 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAS, EBD, ESP, TCS, 6 airbags, asientos eléctricos multirregulables y calefactables, tapicería de cuero, faros de xenon autoapadtables, control de velocidad, control de aparcamiento delantero y trasero, pintura auto-reparable, llave manos libres, reposacabezas delanteros activos, retrovisores eléctricos calefactables y plegables...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Infiniti G37 AWD 7VAut.

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