by AUTODOMINIS

Prueba del Chevrolet Aveo 1.3D LTZ 5p

Chevrolet Aveo 1.3D LTZ 5p

" Veo tu Aveo "

Veo tu coche urbano de buena capacidad a precio razonable y subo un buen motor diesel con un restyling tan sencillo como apropiado. Sé que en la mesa hay buenos jugadores, pero creo que Chevrolet me ha dado una buena mano…


Tras este símil relacionado con el juego del póquer, tan de moda hoy en día entre púberes con granos y cascos enchufados a un MP3 que buscan la fortuna en casinos on line, se esconde un coche que con su última actualización nos sorprende con una estética desenfadada y un motor diesel de notable rendimiento.



Lo del tema estético no era difícil de mejorar. El Aveo precedente era un coche tremendamente insulso. Bueno sí era, pero soso también. El pobre clamaba por algo más de personalidad en un segmento en el que su competencia desde hace unos años viene otorgando la misma importancia a la función que a la forma.

Pero en Chevrolet querían una evolución sin revolución, unas mejoras que llamaran la atención sin suponer un aumento en el precio, condicionante en muchos casos a la hora de adquirir uno de estos vehículos.



Así las cosas, vemos que el frontal viene ahora adornado con una doble óptica que le da al coche una curiosa cara de niño malo y gamberro. Hay un faldón prominente bajo la defensa delantera (que roza a la primera de cambio) y unos embellecedores plásticos en la zona de los antinieblas. Como detalle a destacar de esta parte del Aveo queda la situación del logo de Chevrolet… ¿Quién lo ha colocado ahí? ¿Un estrábico? ¿Un subnormal? ¿Ambos jugando a la gallinita ciega? En fin, no queda bien, pero no te preocupes, que como es el elemento que más sobresale del morro… lo perderás en tres o cuatro golpes de aparcamiento.

Las formas del perfil se mantienen y en la zaga, menos cambios, unos pilotos traseros embutidos en un plástico negro (que hubieran lucido fantásticos de nos ser porque nuestro coche era del mismo color), un paragolpes más envolvente y poco más. Me extraña que aquí la “palomilla” de Chevrolet aparezca tan bien situada. Visto lo del frente esperaba encontrarla al lado del tubo de escape, junto a la placa de matrícula o en un anejo a la antena de la radio.



Bromas aparte, vamos al interior.
El nuevo cuadro rollo-moto, es muy-muy “chulo”. Es esto de lo que hablaba antes: Poner una cosita mona no necesariamente cara pero que llame la atención.
Y es práctico. La información se lee toda de un vistazo. El velocímetro digital tiene unos guarismos de tamaño XL y el cuentarrevoluciones analógico se ve a la milla. De noche, la iluminación azulada es de lo más actual. El ordenador de a bordo y yo no nos hemos entendido del todo, pero seguro que alguien más espabilado que un servidor (no es difícil) no encontrará problemas en su manejo.



La consola central, aún siendo menos original, exhibe una calidad y acabado decente con una presentación limpita: la radio, el cierre de puertas, el warning y el aire acondicionado (no hay climatizador ni en opción). Frente al acompañante, dos guanteras, una mediana y otra pequeña. Y bajo su butaca, una práctica bandeja extraíble. Entre los asientos tenemos freno de mano convencional (gracias al cielo) y una generosa palanca de cambios flanquedada por dos huecos (un posavasos y otro reservado al cenicero).
Los asientos son grandes y lo malo no es que no sujeten en exceso el cuerpo, sino la dureza de su mullido. Supongo que será cuestión de irlos domando “a fuerza de culo”.
El apoyabrazos abatible del lado del conductor es mínimo, pero se agradece, aunque incomoda un tanto a la hora de manejar el cambio.



En las plazas de atrás gusta el espacio. En todas las cotas el Aveo saca buena nota. Si bien dos personas viajarán de manera confortable, la inclusión de una tercera de forma ocasional tampoco significará sacrificarse en exceso.
El maletero, en la media. Apañado, sin más. La toldilla que lo cubre es manifiestamente mejorable, eso sí.

Como yo también pondría otro punto de luz. Pues el único plafón que ostenta el coche se queda escaso. Menos mal que de día, el Chevy es bastante luminoso.

Y hasta aquí todo bastante bien. Aunque muchos penséis que no hago más que sacarle defectos (a mi me pagan por eso), el cómputo global de las impresiones del exterior e interior resulta netamente positivo.

Ahora vamos con el motor, quizá la apuesta más arriesgada de este coche.

Y es que diesel y urbano no siempre se han entendido. La diferencia de precio de adquisición respecto a las versiones gasolina y el previsible bajo kilometraje a recorrer por estos automóviles hacen que la mayoría de sus compradores opten por mecánicas de gasolina. Tampoco a esto es inmune el Aveo, con una versión 1.4 16v de 101CV y análogas prestaciones 1.500 euros más económica… el bloque 1.3D lo va a tener difícil.



Pero difícil no es imposible, ya que siempre quedará la baza del consumo, donde este “tractorcito” da el do de pecho: 4,9 litros reales a los 100 kilómetros recorridos es una marca insuperable para su equivalente en gasolina.

Pero no todo el monte es orégano, y ese consumo se logra a base de soportar ruido y vibraciones.
Sí, el tetracilíndrico de 1.248 c.c. no es un propulsor especialmente “vibrón” ni ruidoso de por sí, pero en un coche cuyo aislamiento es similar al que otorga el Pladur de un chalet Levitt, su funcionamiento no pasa precisamente desapercibido.

Lo mejor, es que también se le nota para lo bueno, es decir, “hay motor bajo el capó”. Son 95CV para mover 1.200 kgs. No está mal.
Su entrega de potencia es dubitativa en el primer tramo del cuenta vueltas, para luego lanzarse en una aceleración constante en la que se nos acabarán las marchas casi antes de lo que dice el indicador de cambio. No hay que apurar demasiado, pues hacia las 3.750 rpm el motor resulta cadáver.

Si bien sus prestaciones no son de infarto (de cero a cien de lunes a miércoles, velocidad punta de diligencia del Far West), las obtiene con enorme alegría. La misma que exhibe a la hora de recuperar, mérito sin duda del efecto turbo y de los desarrollos bien escogidos para sus últimas marchas. Lástima que su precisión e inserción no sean del todo limpias.



Vemos así cómo el motor cumple. Como cumplen su dirección (algo blanda) y sus frenos (algo duros) para el día a día afrontando una conducción eminentemente urbana (con modo Eco que activa el Start/Stop) y permitiendo solventar con seguridad desplazamientos de más largo recorrido.

Puesto en carretera lo más criticable del coche es lo seca que resulta su suspensión trasera. Pasar “bandas sonoras” (curioso nombre para los “ralentizadores a mala leche” que pueblan cada día más nuestras carreteras) más rápido de lo debido puede ocasionar algún que otro exabrupto por parte del conductor y pasajeros (que no sólo es tema de muelles, que ya os hablé de la dureza de los asientos…).
En cualquier caso el efecto rebote no llega, ni de lejos, al nivel “hemorragia anal-chichón occipital” que se produce a los mandos de un, por ejemplo, Alfa Mito.

Y llegados a este punto, es el momento de poner las cartas sobre la mesa.
El Aveo ha resultado ser un coche pequeño tan grande como su competencia. Sabe alternar sus cartas altas y bajas para que le salga una jugada completa.
Y todavía guarda as y medio en la manga.

Por un lado está el equipamiento, que este acabado LTZ no deja nada en el tintero: ESP, 6 airbags, faros automáticos, llantas de aleación, control de aparcamiento trasero, radio con MP3… y por el otro costado asoma la carta del precio. Son 15.250 euros con truco, pues hay un descuento disponible para los que leéis esta web (es broma, es para todo el mundo) de 1.500 euros, por lo que por 13.750 cucas os lleváis un coche económico de comprar y de usar.
Esto lo aleja, a bote pronto, del Opel Corsa 1.3 CDTi con el que comparte mecánica y que por aquí dejó muy buen sabor de boca. De los nuevos Renault Clio y Peugeot 208, ya veremos.
Pero de momento, entre ellos veo bien al Aveo.


NUESTRA NOTA: 8.5
Valoracion prueba 8.5
Cosas a favor

Consumo muy bajo
Habitabilidad interior
Relación precio/equipamiento

Cosas en contra

Detalles de acabado
Suspensión trasera seca
Rumorosidad mecánica

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 1.248 c.c.
  • Potencia: 95 CV CEE
  • Par: 21,4 mkg
  • Tracción: delantera
  • Caja de cambios: manual 6 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 403/173/151 cms
  • Peso: 1.185 kgs
  • Ruedas: 205/55R16
  • Maletero: 290 l
  • Cap. Depósito: 46 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 174 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 12,6 seg
  • Consumo medio oficial: 4,1 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, EDB, ESP, 6 airbags, control y regulador de velocidad, sensor de luces, elevalunas eléctricos, ordenador de a bordo, parktronic trasero, faros antiniebla, volante de cuero, radio CD-MP3 con toma USB, reposabrazos delantero...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Chevrolet Aveo 1.3D LTZ 5p

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