by AUTODOMINIS

Prueba del Peugeot 308 GTi

Peugeot 308 GTi

" El vaso medio lleno "

En estos tiempos de depresión económica mucha gente opta por compactos de motorizaciones deprimentes sumando tristeza a la tristeza y pasando por alto las píldoras de Prozac que algunos fabricantes ofrecen en sus gamas.


Si eres de los que cuando su ánimo se resiente les da por escuchar canciones lentas, si la prima de riesgo, la subida de impuestos, la precariedad laboral y los recortes te han producido un estado de melancolía que te ha conducido a comprar un automóvil soso e inframotorizado por “lo que pueda pasar”, quizá es el momento de que dejes de leer esta prueba.

Si por el contrario eres como yo, de los que “al mal tiempo pone buena cara”, y si eso que “te quiten lo bailao”, y que piensa que “una vez tocado fondo, solo se puede ir para arriba”… atiende a estas líneas porque el 308GTi puede ser para ti.



Porque compactos hay muchos, y buenos la mayoría de ellos. Sin embargo, cumplen con creces como medio de trasporte pero dejan gran parte de sensaciones en el tintero. Y es una pena, porque como nos viene demostrando el Golf GTi, se puede tener lo uno sin renunciar a lo otro.
El problema es que el coste de este automóvil y similares, por ejemplo, hace equilibrios en la cuerda que separa el sencillo optimismo de la irresponsabilidad económica. Sobre todo cuando hay alternativas atractivas menos costosas, como este Peugeot.

Por poco más de 23.000 euros la marca del león pone en tus manos un 308 tan práctico como sus hermanos económicos y ecológicos e-hdi y con una porción del encanto de su primo de Zumosol, el RCZ.
Sin embargo, se que algunos de vosotros iréis línea por línea intentando atisbar si este humilde francés es o no un GTi de pura cepa en el que valga la pena poner el dinero estando las cosas como están. Como no soy de los que gusta hacerse el interesante ni vosotros merecéis que os haga esperar, os resuelvo aquí y ahora la duda: No y sí.
Es decir, no es un GTi de la vieja escuela, pero sí merece vuestra consideración y tal vez, vuestros euros.



El Peugeot 308GTi de entrada hace gala de una discreción oportuna con los tiempos que corren ofreciendo tan sólo una serie de detalles casi sólo distinguibles por el ojo avezado del que circula mucho por carretera.
Su estampa es la de un 308 corriente y moliente, al que, tras pedirlo en el oportuno color blanco de moda, se le ha “tuneado” con gracia y moderación. Así tenemos un deflector trasero casi exagerado, una doble salida de escape (que anticipa un sonido que nunca llegará…) y un prominente alerón sobre el techo. Esto, visto desde atrás.

De lado unas llantas de 18 pulgadas pintadas en negro, pero que son las mismas que se pueden equipar en el 308CC, las siglas GTi sobre las aletas y unas taloneras milímetro y medio más prominentes que de costumbre. Nada más.
De frente, faros con el interior pintado en negro, curiosos led y una parrilla retocada pero no lo suficiente como para llamar la atención.
Es lo que hay. Parece un Peugeot 308 “caro”, pero un Peugeot 308, al fin y al cabo.
La elegancia de la discreción. Esa clase que Ford se perdió, como patente queda en el “antiguo” Focus RS y en el nuevo ST.

En el fondo va en gustos. Unos prefieren a Kitt, “el coche fantástico”, tal y como era y a otros nos gustaba más cuando entraba en modo “Super persecución”.



En el interior el detalle más GTi de este GTi son los asientos: excelentes. Muy bien de tamaño, agarre, mullido y ergonomía.
Luego está el volante, terriblemente insípido a pesar del brazalete metálico en su base y el obligado achatamiento racing (o para gente de muslos gordos).
Por lo demás, todo es igual que en sus hermanos de gama más equipados. Y con ello doy a entender que la calidad brilla a la misma gran altura que en el resto. Realmente este coche por dentro siempre ha sido uno de los favoritos del segmento dentro de la prensa del motor.

La amplitud, su luminosidad, buena visibilidad y practicidad lo convierten en un excelente coche pero mal GTi. Recuerdo el BMW M3CSL de hace años, salvando las distancias, que ni llevaba ni podía llevar radio o climatizador y no existía hueco alguno mayor que la guantera para dejar tus guantes de piloto de carreras. Era incómodo y nada práctico, pero de eso se trataba. Parece que al público más exigente le gusta que lo maltraten. ¿Es o no es así? ¿Os imagináis un Renault de la Copa Clio con posavasos al lado del volante? Pues eso.



El 308 también pierde pedigrí cuando accionas los limpias y estos barren en movimiento de autobús. O cuando descubres que todo funciona y queda a mano, accionando botones por doquier desde una posición de conducción buena pero ligeramente elevada.



Y cuando vemos que no sólo hay puertas atrás, sino que estas dan acceso a dos buenas plazas “y media” y que tras ello nos encontramos con un maletero de generosa capacidad, ya es el acabose. ¡Habráse visto desfachatez! ¡Si hasta lleva rueda de repuesto de análoga medida y diseño que las que trae de serie! ¿Pero en qué estaban pensando estos franceses? ¿En hacer un coche de verdad?



Bueno, pues gratificado por un lado y decepcionado por otro salimos a carretera a ver cuántas letras de GTi somos capaces de perder por el camino.
En primer lugar el sonido no le hace justicia. En el país vecino deberían considerar la incorporación de la membrana mágica que oculta tras el salpicadero hace que el RCZ THP200 suene a Aston Martin. Sí, es una “macarrada”, pero sí, “mola”.

O al menos calcar la insonorización del DS3 Racing, más excitante a este respecto.
Porque nuestro vehículo de pruebas se mueve de manera silente sea cual sea su velocidad… la cual suele ser elevada.

Y es que por mucho que ya lo haya elogiado el bloque 1.6THP merece todos los laureles que entre la prensa especializada ha ido cosechando.
Es un motor grande encerrado en un bloque pequeño.
Siempre hay par, siempre hay potencia, siempre hay respuesta y casi nunca hay un consumo desmesurado. Nuestro coche se ha conformado con 8,1 litros a los 100 kilómetros recorridos en conducción “GTi”.



Los adelantamientos no son problema porque el bloque estira hasta donde se le pida dando lo mejor de sí cerca de las 5.200 vueltas, pero anticipando enormes dosis de empuje desde las 1.500. Sin baches, sin tomar aire. No diré que la sobrealimentación funcione tan bien que pase casi desapercibida, pero casi. Desde luego nada que ver con un TDi… o con un GTi de la vieja escuela, con “patada letal” como el Supercinco Turbo o con “una revolución sin fin” tipo Honda Civic Type R.
También unos desarrollos del cambio “ultracortos” (para lo que se estila hoy en día) ayudan a sacarle todo el jugo a este 1.600 tan primoroso.
Este propulsor es el rey indiscutible de su segmento. Más arriba quedan los TFSi (1.8 y 2.0) del grupo VAG, los V6 de Mercedes y los 6 en línea (que insisten en eliminar) y V8 de BMW. Claro, que esto ya es otra liga.

Por otro lado, a algunos los 200CV les pueden parecer pocos. A ellos les diré que en realidad son más, del orden de una docena más, y que pecar de exceso en un automóvil con tracción delantera comprometería mucho su motricidad. A menos que lleves un chasis de carreras, como el es caso del Renault Megane 2.0T RS –un auténtico GTi de nuestros días-, mejor quedarse bajo el limite de los 230CV si no queremos echar mano de diferenciales autoblocantes rompebrazos a la vieja usanza o los sistemas electrónicos de “imitación” más modernos.



Con lo que hay y lo que tiene bajo el capó el 308 va holgado. Su pisada es firme y segura y hay que buscarle mucho las cosquillas para descolocarlo en aceleración con pleno apoyo. El tren trasero se limita a hacer lo que dicta el delantero guiado por una dirección precisa pero poco comunicativa. Que las servos con asistencia eléctrica aún no están del todo logradas… es un hecho.
En cuanto a suspensión, otro punto en contra del espíritu GTi y otro a favor del coche como coche: es demasiado buena. Demasiado indulgente. Buena para viajar. Sin duda.

Su compromiso entre eficacia y confort hace que pasemos por las curvas a una velocidad endiablada sin notarlo ni proponerlo.
La caja de cambios es una caja “made in PSA”, de tacto cochino y accionamiento difuso. Me encanta. Unos a la hora de ir rápido apuestan por cajas duras y de precisión milimétrica, yo, ni os cuento todas las que he roto de ese tipo en el mundo de la competición. Mejor una que se deje hacer, que pueda con todo, del trato más torpe y cruel al más suave y pausado.



Hablando de pausa, en algún momento habrá que frenar, y en este compacto, aunque comparta equipo de frenos con mecánicas menos aspiracionales, esto se le da de fábula. Al menos la primera docena de veces, que luego tiende a la fatiga.

Al igual que yo, que para no cansaros más dejo la prueba aquí.
El 308 GTi me ha parecido un chorro de aire fresco en el panorama desolador de coches eco-lentos y eco-aburridos que inundan los catálogos hoy en día.
Sin duda yo apostaría por él porque sin ser un GTi pata negra, es un compacto práctico de usar y gratificante de conducir.
Es cuestión de echar números y ver si compensa “arrastrarse” a la oficina cinco días a la semana en un coche del montón y penar lo suyo en fin de semana, o irse los martes y jueves en autobús reservándote la experiencia para el resto de los días. Una pequeña incomodidad a cambio de un gran disfrute en su momento. Quien critique tu decisión son los que siempre verán el vaso medio vacío, cuando tú y yo sabemos que en realidad está medio lleno. Con un GTi… más o menos.



NUESTRA NOTA: 8.5
Valoracion prueba 8.5
Cosas a favor

Motor extraordinario
Compromiso entre confort y eficacia
Práctico y poco costoso

Cosas en contra

Demasiado “308”, poco “GTi”
Dirección inerme
Sonido mejorable

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 1.598 c.c.
  • Potencia: 200 CV CEE
  • Par: 28 mkg
  • Tracción: delantera
  • Caja de cambios: manual 6 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 427/181/150 cms
  • Peso: 1.474 kgs
  • Ruedas: 225/45R18
  • Maletero: 348 l
  • Cap. Depósito: 60 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 237 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 7,7 seg
  • Consumo medio oficial: 7,7 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, 6 airbags, suspensión deportiva, asientos deportivos, tapicería de cuero, parktronic, navegador, bluetooth, sensor de luces y limpias, toma USB, luces diurnas led, llantas de 18", control y regulador de velocidad, retrovisores eléctricos plegables, climatizador, ordenador de a bordo, rueda de repuesto...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Peugeot 308 GTi

  • Aparición entre humo estilo años 80.

    Aparición entre humo estilo años 80.
  • Fotógrafo en prácticas. ¿Se nota?

    Fotógrafo en prácticas.
¿Se nota?
  • ¿Quien dijo que el blanco era un color muy limpio?

    ¿Quien dijo que el blanco era un color muy limpio?
  • Vano motor con todo al aire. Así me gusta.

    Vano motor con todo al aire. Así me gusta.
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