by AUTODOMINIS

Prueba del Skoda Yeti 1.2TSi Urban

Skoda Yeti 1.2TSi Urban

" Pequeño saltamontes "

El pequeño SUV de la marca checa muestra su buena disposición desde el escalón más humilde de su nutrida gama. El Yeti, con este pequeño motor y este completo acabado es capaz de hacer sombra al resto de sus hermanos.


Y es que en los tiempos que corren el factor económico es la vertiente más considerada de cara a la compra, y el Skoda Yeti 1.2Tsi Urban con un precio promocionado por debajo de los 14.000 euros da en el centro de la diana de esta preocupación.

Sin embargo, este coche no sólo es precio. De hecho, no es un low cost al uso como pudieran resultar los Dacia cada vez más abundantes que pueblan nuestras carreteras.
El simpático Yeti es un coche hecho y derecho, con argumentos para si no vencer, sí convencer en cualquier comparativa.



Aclarado el aspecto crematístico, otro punto a su favor es el aspecto… el aspecto, básicamente. Y es que es un coche simpático de mirar. Tras una andadura que ya dura cuatro años su divertida estampa se mantiene vigente, y sin ser ni mucho menos un demarraje de diseño a todos gusta más o menos. Con un añadido, al contrario de lo que en otros modelos “pintones” sucede y que es que la forma suele vencer a la función, en el Skoda la funcionalidad se mantiene en mente en cada vértice del coche.

Así tenemos unas dimensiones contenidas que lo vuelven inclasificable (tan sólo entraría en combate en este aspecto con el Mini Countryman) pero que marcan un punto intermedio óptimo para circular con agilidad por ciudad sin renunciar al transporte de pasajeros acompañados de su equipaje. El perfil casi de furgoneta anticipa su capacidad a este respecto.

El frontal es macizo, ganando protagonismo la parrilla de la marca flanqueada por los pilotos redondos que hacen las veces de luces de día y antinieblas. La trasera, muy plana, viene marcada por su enorme portón que abre entre los pilares C pintados en contraste con el color de la carrocería.
Como principal rasgo distintivo de esta versión figuran las ruedas de 17 pulgadas que rellenan sus amplios pasos de rueda. Con cinco radios dobles y en acabado plata/negro brillante. Muy chulas. También suma barras en el techo cromadas y un par de listones en los bajos de las puertas.



Una vez que abrimos cualquiera de sus dos altas puertas delanteras descubrimos un interior pensado en la vida en el mundo real. Todo es operativo, nada es superfluo.
Los asientos de conductor y acompañante ofrecen un mullido firme sin ser incómodo y una postura ligeramente elevada, pero que ni de lejos nos acerca a un techo que para un conductor de metro ochenta quedará a más de un palmo de su cabeza. La sensación de amplitud es notable, gracias a su gran superficie acristalada en la que por otro lado no molesta el sol dado lo tintado de sus lunas.

Hay huecos por doquier. Puertas, consola central, salpicadero, apoyabrazos… y los plásticos empleados en el recubrimiento pueden sacar pecho ante por ejemplo, cualquiera de los últimos Seat lanzados al mercado.



El volante peca de estar un poco inclinado para mi gusto, demasiado horizontal, pero es cuestión de acostumbrarse.
La instrumentación es visible y completa. O mejor dicho, es muy completa, pues a golpe de tecla el ordenador de a bordo nos muestra parámetros como la temperatura del agua y la temperatura del aceite hoy en día prácticamente desaparecidos.

En la consola, una gran pantalla táctil preside el conjunto –aunque en lo más alto encontremos una práctica guantera con tapa-. Este sistema, al no contar con navegador, básicamente no nos ofrece otra información que la de la radio. Ahora, una salvedad aquí, menudo equipo de sonido “Bolero” que de serie trae este coche. Con su cargador de CeDés y seis altavoces, con una audición brillante cargada de matiz en agudos, medios y bajos. Me ha sorprendido muy gratamente.
En la parte inferior están los controles del aire, con función “Era glaciar” en modo frío y “El infierno te parecerá templado” en modo calor. Quizá sea que ya me he acostumbrado a los climatizadores automáticos, pero no he sido capaz de regular el equipo con precisión hasta casi ya el momento de devolver el coche.



Las plazas traseras hacen gala más del aprovechamiento del espacio que de la propia existencia del mismo. A lo alto no hay problema, a lo largo tampoco pues los asientos se deslizan –no sin dificultad-, pero a lo ancho… tres adultos irán apretados y el de en medio habrá de dejar las piernas en casa, dado lo prominente del túnel de transmisión (pensado para las versiones 4x4) y lo que le pueden llegar a molestar los aireadores traseros –que los hay- y los dos huecos portaobjetos que los acompañan.
Mejor viajar dos, a menos que sean tres niños, y bajar el respaldo de la plaza central que se convierte en un descomunal apoyabrazos con tres posavasos incluidos. De esta guisa no se viajará tan a cuerpo de rey como en las plazas traseras de un Superb, pero casi.

Y llegamos al maletero, donde todo lo dicho sobre practicidad, funcionalidad y previsión cobra forma. Abierta su tapa y superado un pequeño escalón encontramos un espacio grande y susceptible de ser organizado con rigurosidad y pulcritud. Porque hay ganchos, argollas, pulpos, cestas, red, huecos laterales, bajo el piso, barras de separación… una maravilla de cara a guardar la compra y que los botes de coca-cola no aplasten los huevos o que los yogures no se salgan de la bolsa y los bastoncillos para oídos acaben bajo la rueda de repuesto. En serio, voy a ir a Skoda a ver si me venden todos estos accesorios y los puedo adaptar y encajar en el maletero de mi coche.



Puesto en marcha el motor 1.2Tsi es una delicia al ralentí. Habituado a tractorcillos diesel que en mayor o menor medida dejan patente su actividad en tus oídos y bajo tus nalgas, lo de este tetracilíndrico gasolina es de otra galaxia. Desde el interior no hay vibración ni sonido perceptible, pero es que si incluso te sales fuera, te sientas en el capó y mantienes una conversación a volumen normal con, por ejemplo, tu fotógrafo, nada la perturba y al cabo de un rato ni sabrás que el coche está arrancado.
Este “monstruo de las nieves” ni ruge, ni gruñe, ni apenas carraspea.



De esta manera, el Yeti, sin escándalo ni exabrupto se mueve suavecito con su pequeño motor. Un bloque que arroja muy buena respuesta ya desde bajas revoluciones y que con 105CV logra unas prestaciones más que dignas al lidiar con los 1.520 kgs de peso de conjunto. Sus prestaciones no son de órdago, pero sí que logra aquilatar el consumo mientras seamos cuidadosos con el acelerador, que ya se sabe lo que pasa al exprimir los motores pequeños (que acaban tragando casi más que uno grande). Nosotros hemos logrado 7,1 litros a los 100kms de recorrido a ritmo alegre, y es que más despacio no hemos podido circular, pues la alegría es algo inherente a este coche.
Como ya he dicho el motorcillo empuja lo esperado, no menos, el cambio es preciso y obediente, los frenos cumplen -en parte ayudados por la gran cantidad de goma en contacto con el suelo- y transmiten confianza, la dirección es ligera y la suspensión se lo traga todo sin rechistar, tanto en modo conservador como en modo algo más deportivo. Y como no hay start & stop –ni se le echa de menos- que frene nuestro ritmo, la movilidad de este coche en todo ámbito esta fuera de toda duda.



En los adelantamientos tendrás que reducir, pues su par de 17.1 mkg no invita a que te lo hagas todo en sexta, y cuidado con los giros pronunciados, ya que su alta carrocería sí que mostrará alguna inercia. Llevado al límite, el Yeti acusa el mayor peso en el eje delantero y se vuelve subvirador, sin embargo no mucho más que las versiones de tracción integral que ofrece en su gama.

Y esa es otra, ¿por qué no hay Yeti 4x4 de gasolina? Es una pena, pues por altura y suspensión a este coche le va el “campirri”. Y como resulta tan manejable y liviano es una gozada lanzarlo por caminos forestales levantando polvo o paseando despacio por algún sendero. Es un coche divertido y sin complejos. Un pequeño saltamontes feliz con tierra y con asfalto.
Si otorgáramos mayor porcentaje de puntos a las sensaciones que nos producen los coches, este Yeti destacaría. Sin embargo nos ceñimos al producto y oye, por aquí tampoco sale mal parado.



Es un coche con pocos defectos. Tan sólo su tamaño indeterminado pueda restarle ventas, pero ahora, con un equipamiento mejorado y sus muchas aptitudes disponibles a un precio netamente más bajo que su competencia, quizá más gente se anime a descubrir todo lo bueno que tiene que ofrecer este coche, incluso con este “motorcito”.



NUESTRA NOTA: 8.5
Valoracion prueba 8.5
Cosas a favor

Versatilidad de uso
Relación entre lo que pagas y lo que te llevas
Motor suave y voluntarioso

Cosas en contra

Sin posibilidad 4x4
Plaza central trasera justa
Volante algo horizontal

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 1.197 c.c.
  • Potencia: 105 CV CEE
  • Par: 17,8 mkg
  • Tracción: delantera
  • Caja de cambios: manual 6 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 422/179/169 cms
  • Peso: 1.520 kgs
  • Ruedas: 225/50R17
  • Maletero: 405 l
  • Cap. Depósito: 60 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 175 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 11,9 seg
  • Consumo medio oficial: 6,4 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, 6 airbags + conductor de rodilla, aire acondicionado, barras en el techo cromadas, bluetooth, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, faros antiniebla, retrovisores eléctricos, volante multifunción, radio CD-MP3, asientos traseros abatibles, deslizables y convertibles en mesa...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Skoda Yeti 1.2TSi Urban

  • El pequeño Yeti insistió en salir del camino para oler las flores

    El pequeño Yeti insistió en salir del camino para oler las flores
  • Orgulloso de su nombre

    Orgulloso de su nombre
  • Un motor con todo al aire. Sin complejos

    Un motor con todo al aire. Sin complejos
  • He visto pisos en el centro más pequeños que los pasos de rueda de este coche...

    He visto pisos en el centro más pequeños que los pasos de rueda de este coche...
  • Sensacional equipo de sonido. Todos los mandos de la consola sencillos de manejar

    Sensacional equipo de sonido. Todos los mandos de la consola sencillos de manejar
  • Trasera vertical y maciza. Práctica aunque poco elegante

    Trasera vertical y maciza. Práctica aunque poco elegante
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