by AUTODOMINIS

Prueba del Citröen C4Picasso 1.6THP Exclusive

Citröen C4Picasso 1.6THP Exclusive

" Más que espacio "

Citroen busca devolver el atractivo al formato monovolumen sumando estética de vanguardia y llamativa tecnología a la versatilidad de uso que siempre han tenido estos coches.


Es indudable que el SUV compacto le ha “comido la merienda” al segmento monovolumen medio, de la misma manera que los grandes todoterrenos de 7 plazas, de cuando nos creímos más ricos de lo que en realidad éramos, se llevaron por delante una buena parte de las “furgonetas civilizadas” de su época.



La mayor sensación de estatus proporcionada por los 4x4 y el tufillo excesivamente familiar que emanaba del entorno monovolumen, decidió la balanza.
Sin embargo, algún tiempo después, muchos se dieron cuenta de su error.
Los SUVs sirven para hacer muchas cosas… pero casi ninguna bien, y son caros de adquirir y mantener. Por otro lado, sus posibilidades de uso fuera del asfalto apenas son contempladas por sus usuarios y quizá por eso, los fabricantes las han ido reduciendo hasta la mínima expresión.

De hecho, algunos se han convertido en “familiares de tapadillo”, una fórmula descafeinada que a no pocos usuarios parece gustar. Sin embargo, hay otros que una vez aprendido lo anteriormente dicho, buscan lo original, dicho como sustantivo y como adjetivo.

Y es que “el original” coche pensado para familias con ciertas necesidades de espacio es el monovolumen. Un concepto que busca satisfacer tus necesidades de transporte –y hospedaje- las de tu prole y vuestro equipaje de una manera cómoda y segura. Sin más.
Y quizá por esa falta de pretensiones dinámicas y estéticas, cayeron, hasta cierto punto, en desgracia.

Pero ahora Citroen con su C4 Picasso saca pecho con un modelo todo lo original que permite su forma. Y es que, por mucho que muchos intenten reinventar la rueda, un monovolumen es lo que es: una especie de furgoneta que concentra el vano motor, el espacio para los ocupantes y el destinado a la carga en uno solo. De ahí el término mono-volumen.



Con esa premisa clara e inalterada, en el nuevo Picasso todo lo demás cambia, y lo transforma en un coche llamativo y atractivo incluso a miradas más allá de su público objetivo. Más si cuentas, como ha sido nuestro caso, con un ejemplar en acabado Exclusive, color rojo rubí y con las preciosas llantas opcionales de 18 pulgadas.
A la vista, es un coche que perfectamente podría firmar la gama DS del fabricante francés. Y es que hay detalles interesantes por doquier.

En el exterior, un perfil relativamente convencional, tiene su respuesta en un morro “del futuro”, como imaginamos que serían todos los coches del SXXI años los que éramos niños entonces. Los faros redondos enmarcados en lentes rectangulares y mucho más bajos de lo que ha sido norma hasta ahora, el morro macizo con un capó prominente, los cromados enmarcando líneas de luz de tecnología LED, la calandra como parte indisoluble del diseño, una parrilla trapezoidal esculpida y unos antinieblas asomando por los bordes reclamando su función y su forma… Genial.
Lo único que le falta en el morro son los lavafaros. O no lleva o no los encontré, porque vistos los “gadgets” presentes en el coche, tampoco me extrañaría que estos surgieran de manera telescópica detrás de los retrovisores o bajaran de una nave espacial al pulsar el botón pertinente.

En la zaga, más de lo mismo. Estética a raudales sin olvidar por un solo momento su adecuación a la función.
La tapa del maletero es inmensa. De hecho, ocupa el 90% de la trasera, y cuando abre, lo hace con todo, pilotos incluidos. Para sustituirlos quedan otros más pequeños pero igual de visibles en la parte baja del parachoques, que operan de luz de freno, de posición o intermitente según se les requiera.
Hablando de luces, los pilotos 3D del coche son llamativos. Es cierto que habiéndolos ya visto en otros modelos epatan algo menos. Pero es otro detalle que merece la pena.



Como también es digno de alabanza el trabajo de diseño para disimular, al menos por fuera, la profusión de pilares de este coche. Y es que para lograr suficiente rigidez estructural sin detrimento de la visibilidad, Citroen, como ya hemos visto en otros modelos, opta por dividirlos en elementos más finos y situar un ventanuco entre medias. Desde el pilar B todo, ventana y travesaño, se tinta en negro y se aglutina dentro de un embellecedor cromado para dar mayor sensación de conjunto. Y el efecto queda muy logrado.
Hasta aquí, todo son parabienes, el coche puede gustar o no gustar, pero desde luego, no te deja indiferente mientras se aleja del resto de alternativas, mucho más conservadoras, dentro del segmento.

Vamos ahora al interior, que es donde estos coches se tienen que ganar a la mayoría de sus usuarios.
La idea era quitarme las gafas de sol para apreciar sin tamiz todo el habitáculo, pero dado el nivel de luminosidad de este coche, apenas es posible.
Y es que con todas la ventanillas que hay, más un parabrisas envolvente gigante y un techo panorámico descomunal, no sé si he entrado en un coche o en un faro.
Bromas aparte, desde luego, el interior es todo menos siniestro y claustrofóbico.
Se respira una atmósfera de calidad y cantidad. Los materiales tienen un tacto y apariencia un peldaño por encima de lo esperado, no así su ajuste, que ha producido algún que otro “grillo” durante la prueba. Los metros cuadrados de habitáculo obtenidos dan buena cuenta de lo bien aprovechados que están los 443 cms que mide de largo el coche.

Y bueno, aunque luego incidiremos en ello, buena parte del mérito se lo lleva la considerable batalla de este modelo (2,79m entre ejes).
Pero seguimos en las plazas delanteras, pues ¡Hay aún tanto que ver!
Empiezo por unos asientos de tamaño y mullido excelente, con unas formas un tanto “sui generis” y un tapizado en piel bitono “raro-raro-raro” pero muy aparente. Su regulación es eléctrica, son calefactables y cuentan con función de masaje.
La postura al volante que permiten es netamente elevada pero más que natural.
Frente al conductor sólo hay un volante elipsoidal con mil y un controles en el interior de su aro. Al principio tanto botón apabulla, pero en seguida se les coge el tranquillo.
Y más allá no hay nada más, una cubierta plástica que parece colocada a propósito para decorarla con un San Pancracio o con la pegatina de “Papá no corras”, y un parabrisas que no llegaremos a tocar por mucho que estiremos los brazos.
Los parasoles, tanto en este lado como en el del acompañante, son solidarios a un falso techo que oculta parte del final del techo panorámico. Entre ellos aparece un espejo para vigilar las plazas traseras. O mejor dicho, a sus ocupantes.



En medio del salpicadero se sitúa la instrumentación. Una instrumentación digital muy moderna y muy tecnológica compuesta por una gran pantalla LCD de 50.000 pulgadas –tirando por lo bajo…- configurable a gusto del usuario. Y bien, la pantalla es genial, pero la cantidad de información mostrada puede llegar a “aturullar” al más pintado. Al menos hasta que descubres que puedes poner y quitar información de ella, pero aún en su configuración más minimalista, consultar un dato puntual implica un segundo más de atención que el hacerlo en una consola convencional. También entiendo que será cuestión de costumbre, pero es que yo, cuando me dieron el coche y salí del parking con él, parecía una liebre deslumbrada ante los faros de un coche con la dichosa pantallita. Tanto es así que me pasé dos veces mi desvío de la autopista. Con los días, superada la novedad, empecé a controlar la distracción.
Pero es que por si esta fuera poca, bajo unos aireadores de diseño estilizado que cumplen con su cometido más o menos, hay otra pantalla más. Esta más pequeña y que de manera táctil regula todo lo demás del coche. La radio, el navegador, el teléfono, el climatizador, el citroen e-connect, los ajustes del vehículo… Aunque su manejo es sencillo, conserva la imprecisión de todo dispositivo táctil comparado con los convencionales de botón.
Hablando de botones, sólo hay tres (cinco si contamos con el que arranca el coche y el que activa el warning) y están debajo de la pantalla. Son el del freno de mano, el del cierre centralizado y el del ESP.
Más abajo hay una guantera con todo lujo de conexiones para dispositivos móviles.



Y luego hay posavasos, huecos, redes, bolsas, guanteras… en número y tamaño suficiente como para no abundar más en ello.
Ya en las plazas de atrás, a las que accedemos por unas puertas pequeñas pero de amplia apertura, descubrimos cómo el espacio no mengua, sino que se multiplica.
En 143cms de ancho caben tres asientos independientes de análoga medida cada uno. Lo que le convierte en un cinco plazas puro. La banqueta es deslizable independientemente y deja un espacio para las piernas de entre 62 y 75 cms. Eso y los 143 cms de altura en estas plazas permiten que transportar tanto niños como adultos sea cosa sencilla y hasta gratificante. En el apartado de curiosidades, destacar que los asientos de los extremos disponen de bandejitas con posavasos y luz, y que hay salidas de aire en los extremos con su propia regulación.

El maletero, con una disposición de entre 520 y 655 litros para acomodar enseres, es el más grande de su clase y aprovechable hasta sus más recónditas esquinas. La tapa abre una burrada y el plano de carga se levanta poco más de 40 cms del suelo.
Dentro de lo negativo de esta zona, lo menos malo es su rueda de emergencia, y lo peor, es su bandeja cubre equipaje de material manifiestamente mejorable.



Hasta aquí la nota obtenida según nuestras tablas es francamente buena.
Pero ahora comienza la parte del león, y en la que más monovolúmenes han pinchado, y esta no es otra que el apartado dinámico.

Confesaré que en este punto hemos hecho trampa: hemos pedido el C4 Picasso con el excelente motor 1.6THP de gasolina y 155CV.
Es verdad que pocos se decidirán por él dada la buena oferta diesel de la gama, pero quien lo haga, añadirá un puntito de placer a su práctica furgoneta.
Y es que este propulsor se siente cómodo en cualquier situación, suena bien, no vibra, siempre se guarda un as en la manga y no es gastón. Nosotros hemos hecho medias de 7,6 litros a los 104 kms recorridos en uso mixto. No está mal teniendo en cuenta que ni contamos con start&stop ni hemos ido despacio.
Hablando de ir “ligeros”. La insonorización interior, sobre todo en lo que respecta al aire, podría estar más lograda.



La caja de cambios asociada a esta mecánica es obligatoriamente manual, con seis velocidades con un desarrollo tirando a largo y un manejo muy abierto. No es lo mejor del coche, pero tampoco está mal. Un cambio automático normal (no el CMP) le iría de perillas al modelo.
El aplomo del Picasso en todo tipo de trazados es más que notable, y su velocidad de paso por curva gracias a sus buenas y grandes ruedas, mucho más rápida de lo que podríamos en principio esperar.
Por cierto que las grandes ruedas con grandes neumáticos también han marcado con mucho las pruebas de frenada, superando de manera holgada los datos oficiales y aupándole a lo más alto de la categoría. Aunque no nos gusta marear con datos, aquí diremos que el 120km/h a 0 lo ha hecho en 51,4 metros, y el 100km/h a 0 en menos de 35 metros. Unos resultados fantásticos.
La dirección es suave en general y en parado en particular, y su radio de giro, una pasada. Entre eso y su gran visibilidad, exhibe muy buenos modos en el tráfico urbano.



Todo esto lo hace mimando a sus ocupantes con un confort de suspensión como sólo los del doble chevron saber proporcionar a sus viajeros.
Se mueve como un DS5. Sabe ser duro cuando hay que ser duro y ser dulce cuando hay que ser dulce. Como Jackie Chang.
No es tan ágil como un Renault Scenic, que resulta más vivo en carreteras secundarias, pero tampoco es un coche torpe cuando la carretera se tuerce.
Los adelantamientos los solventa en un periquete dada su mencionada excelencia mecánica, que casi se puede tomar como un elemento de seguridad más de los muchísimos que incorpora el coche.

Y es que tiene avisador de objetos en el ángulo muerto, cinturones activos, control de velocidad con radar, 7 airbags… a lo que habría que añadir todo el equipamiento de confort adicional. Desde cámara de marcha atrás hasta perfumador de aire.
Una dotación francamente abrumadora que eleva la factura del modelo hasta algo más de 25.000 euros. 29.000 si quieres uno como el que sale en nuestras fotos.
No es barato, pero te garantizo que te llevas más de lo que pagas.
Enhorabuena Citroen. Un gran monovolumen. Incluso un gran coche.





NUESTRA NOTA: 9.5
Valoracion prueba 9.5
Cosas a favor

Estética muy lograda
Interior extraordinariamente resuelto
Confort viajero

Cosas en contra

Algunos ajustes
Bandeja del maletero
Ruido a alta velocidad

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 1.598 c.c.
  • Potencia: 155 CV CEE
  • Par: 24,5 mkg
  • Tracción: delantera
  • Caja de cambios: manual 6 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 442/182/161 cms
  • Peso: 1.296 kgs
  • Ruedas: 225/45R18 (op.)
  • Maletero: 537 l
  • Cap. Depósito: 57 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 209 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 9 seg
  • Consumo medio oficial: 6 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, TCS, Hill Holder, 6 airbags + airbag de rodilla conductor, bluetooth, asientos traseros independientes, luces diurnas LED, sensor de luces y limpias, asientos delanteros con masaje,portón trasero eléctrico, control de velocidad activo, parktronic con medidor de espacios, cámara de visión trasera...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Citröen C4Picasso 1.6THP Exclusive

  • Los asientos más que originales, son bastante rarunos...

    Los asientos más que originales, son bastante rarunos...
  • Parasol, lunas tintadas, bandeja, luz, dos altavoces, salida de aire con regulador... bienvenido al monovolumen-limousine

    Parasol, lunas tintadas, bandeja, luz, dos altavoces, salida de aire con regulador... bienvenido al monovolumen-limousine
  • Otra configuración del cuadro digital. Más visible pero menos vistosa.

    Otra configuración del cuadro digital. Más visible pero menos vistosa.
  • Luces 3D de serie en el acabado Exclusive. Molan.

    Luces 3D de serie en el acabado Exclusive. Molan.
  • Puedes elegir entre ver más el cielo... o ver más el techo.

    Puedes elegir entre ver más el cielo... o ver más el techo.
  • Portón eléctrico con cierre mediante un botón que, sin embargo, queda algo alto.

    Portón eléctrico con cierre mediante un botón que, sin embargo, queda algo alto.
Curro San Miguel.com
Equipo C
Francisco -Curro- San Miguel (Editor), Marisa Castre (Directora de Contenidos), Manuel dCP, F. David Arós, Michael D. Hesse, David S. Pareja (Colaboradores), Roberto Sanjuan (Webmaster).