by AUTODOMINIS

Prueba del Nissan Juke Nismo

Nissan Juke Nismo

" Protago-Nismo "

Los expertos de Nissan Motorsport (Nismo) se decidieron a jugar disimuladamente con el modelo más excéntrico de la gama para ver lo que eran capaces de sacar. El experimento podía parecer una broma, pero poco después, se convirtió en un coche de serie muy serio y nada discreto.


Es cierto que como experimento llamativo quedará para siempre ese Juke con alma de GT-R y 400CV con el que hace algún tiempo pusieron los dientes largos a los aficionados a los “super GTis compactos”, pero a todas luces aquello era excesivo, sin embargo daba cuenta de lo que daba de sí el pequeño SUV de la marca nipona.

Como premio de consolación se nos ofreció este Juke Nismo, más racional pero no exento de alma racing.
Y es que Nismo aunque no sea muy conocida dentro de nuestras fronteras, tiene una larguísima trayectoria como preparador de los productos más deportivos y exclusivos de Nissan, y este coche pretendía abrir la veda en nuevos mercados europeos a la espera de más modelos que un futuro inmediato también contemplarán su versión “de carreras”. De hecho, ya tenemos por aquí el 370Z Nismo, y se habla de Micra Nismo e incluso Qashqai Nismo. Es buena idea, porque yo creo que hay público para ellos.



¿Por qué? Pues primero porque son una chulada. Es lo más parecido a estar dentro de la peli Fast n Furius Tokio Race (triste final de Paul Walker por cierto. Una pena). Este coche es ejemplo del “tuning japo” adaptado a los gustos algo más conservadores de nuestro continente, pero sigue teniendo una identidad muy marcada.
En segundo lugar, porque no deja de ser un coche funcional, sin excesos ni compromisos. Puede ser perfectamente el coche de diario de cualquiera, pues yendo despacio funciona como tal.
Y tercero porque su coste es relativamente bajo. Es verdad que los 26 mil euros largos que vale este Juke Nismo no son un regalo, pero una vez que contemplas todo lo que te llevas, aprendes a ver el valor más allá del precio.

Pero vayamos por partes y fijemos nuestra atención puntualmente en nuestro coche.
Una atención que no le ha faltado en absoluto en la semana que ha estado con nosotros.
El Juke ya es un conocido de nuestras carreteras, pero en su día giraba cabezas y abría bocas de admiración (o asco, según el caso) ante su peculiar estampa. Sin embargo ahora, la mayoría de la gente se ha acostumbrado a su rareza como nos acostumbramos a la cara del feo de los hermanos Calatrava.
Pero cuando apareces con un Juke blanco perla lleno de pegatinas, alerones, ruedas grandes, spoilers, deflectores y “tubarro”… la llama de la curiosidad se reaviva y el “jukenismo” (nunca mejor dicho) renace.



Estéticamente el coche está logradísimo. Su frontal de inspiración GT-R con los LED horizontales de las luces de día marcando su anchura, el parachoques sobredimensionado y las tomas de aire, mutan su cara simpática en otra más agresiva aunque igual de afable.
En la rejilla encontramos la primera inscripción “Nismo” de las 7.344 que adornan todo el coche (bueno, en realidad son sólo 9, pero las de los laterales valen por mil cada una…).
Desde esta perspectiva frontal a mi juicio sólo le faltaría una chepa en el capó del estilo de los “powerdome” americanos (o de los M de BMW) para ser perfecto (cuestión de perfeccio-nismo).
De lado, faldones, llantas negras brillantes de 18”, retrovisores rojos, altura rebajada, alerón de techo, la línea roja que se extiende en los bajos, ventanillas tintadas… y las enormes pegatas opcionales dan la continuidad necesaria al ejercicio de maquillaje hecho en el morro.
Y llegamos a la trasera y un deflector con antiniebla incorporada al estilo de la Fórmula 1 gana nuestro interés. Eso a coche parado, porque en marcha, será el enorme tubo de escape y su sonido el que atraiga a los viandante con los que nos crucemos.



En el interior, el rollo de carreras se reduce a unos extraordinarios asientos a imitación de baquets de carreras pero sin serlo (gracias al cielo), a un volante de cuero y alcántara con centrador en rojo, y a un cuentarrevoluciones del mismo color con inscripción (cuestión de reduccio-nismo).
Pero en realidad no hace falta más. Con esas mínimas atenciones extras el conductor ya es capaz de sentir que conduce un Juke que se sale de la norma y despunta en la gama.



El puesto de mandos es común al resto de los Juke con todos los mandos sencillos y bien dispuestos. Con peor apariencia que calidad (cuestión de chovi-nismo japonés).
Por conocido no incidiré más en este punto haciendo la salvedad de la pantalla multimedia “invisible” la mayor parte del tiempo merced a los reflejos que le dan por doquier.

La plazas traseras a las que se accede por unas estrechas y divertidas puertas son las mismas también que las que ofrece cualquier Juke, es decir “pequeñas pero apañadas”, lo mismo que el maletero, cuyo principal handicap es una bandeja bastante lamentable que insistió en caerse a cada badén del primer recorrido de pruebas.



Pero este coche además de ofrecer imagen promete cualidades dinámicas, y a eso vamos.
La base mecánica para el Juke Nismo es el fantástico bloque Renault de 1.6 litros con sobrealimentación que ya se ofrece en la gama con una potencia de 190CV en versiones 4x2 y 4x4 con cambio automático (cuestión de oportu-nismo). En el Nismo, la tracción es sólo delantera y la potencia ha subido a los 200CV ganando a su vez algo de par (pasa de 24,4 mkg a 25,5). Algunos pensarán que lo suyo habría sido dotar al coche de tracción integral, pero supondría un incremento de peso que daría al traste con lo ganado exprimiendo la mecánica. Además, el eje delantero, con su suspensión retocada, es capaz de lidiar sin problemas con la potencia sin diferenciales mecánicos rompebrazos ni electrónicos aguafiestas.



Al arrancar a golpe de botón llega una pequeña decepción. El coche no suena mal del todo al ralentí, pero a medida que vamos subiendo de marcha y revoluciones la cosa se vuelve menos excitante, pues al interior llega un nítido rumor de motor pequeño esforzado. Sin embargo, fue en la sesión de fotos cuando descubrimos que el Juke Nismo suena mucho mejor por fuera que por dentro. Parece que el escape está dedicado al público y no al conductor, que sólo lo notará cuando un peatón le levante un pulgar hacia arriba en señal de agrado y complicidad con el acelerón macarra con el que le acabas de regalar los oídos.

Pero volvamos al motor. Todo aquel que busque, espere o esté acostumbrado al 1.6THP de PSA/BMW… que vaya cambiando el chip. Este 1.6T aunque comparte filosofía o mejor dicho, fisionomía, poco tiene que ver con aquel. Este 1.6T es más GTi que muchos GTi en el sentido de que le encanta escalar de vueltas (cuestión de… alpi-nismo) de manera rauda y eficaz. De hecho, hay que estar atento al cambio en las tres primeras relaciones para no llegar al corte de inyección en un suspiro. Y es en la zona alta del tacómetro donde se siente más a gusto, con todo el par y la potencia bajo tu pie derecho.
Ciertamente eso obliga a jugar con el cambio frecuentemente, lo que no es ningún problema pues este tiene un manejo duro y directo que es una delicia (cuestión de un afinado meca-nismo). La palanca queda además muy a mano.



En carretera secundaria el Juke Nismo se mueve como una bala entre cambios de apoyo salvajes, haciendo exhibición de un trabajo en la suspensión a la altura de lo esperado, confiando un rodar firme sin llegar a ser seco y grajeando aplomo en vías rápidas. Algunos pueden echar en falta algo más de agilidad en trazados exigentes o quejarse de puntuales pérdidas de motricidad en fuertes aceleraciones… pero ¿qué esperabais? Al fin y al cabo es un Juke. Por cierto, el control de estabilidad y de tracción es permisivo hasta casi llegar al “susto”.

La dirección no es un portento pero cumple con los criterios mínimos de deportividad y comodidad exigibles, y a los frenos hay que acostumbrarse. Tiene ligero mordiente en su primer tercio del recorrido, nada en el segundo y todo en última instancia. Durante los primeros días de una u otra manera acabábamos frenando entre 20 metros antes y tres metros después de cada señal de Stop.

El consumo es la risa. Mejor dicho, su autonomía. Hemos batido un record con este coche: 279 kms nos ha durado un depósito. Conduciendo “con el machete entre los dientes”, obviamente. Llevándolo normal es fácil aumentar la marca vez y media, pero los 8,6 litros a los 100kms que hemos medido casan mal con los 45 litros que ofrece su pequeño depósito (clara cuestión de ena-nismo).



Ese es quizá su único defecto grave. Pero un defecto que sabe suplir con todas las virtudes antedichas, a las que ahora añado un equipamiento en el que no falta de nada… y la posibilidad de elegir el coche también en color negro (¿será cuestión de dalto-nismo?).
A mí me ha gustado y divertido. Tanto en marcha como parado. Eso sí, los que quieran pasar algo más desapercibidos, mejor que elijan otro coche… o lo pidan sin pegatinas a los lados.




NUESTRA NOTA: 9
Valoracion prueba 9
Cosas a favor

Estética racing muy lograda
Motor deportivo
Practicidad y equipamiento

Cosas en contra

Autonomía reducida
Bandeja trasera cutre
Reflejos en la instrumentación

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 1.618 c.c.
  • Potencia: 200 CV CEE
  • Par: 25,5 mkg
  • Tracción: delantera
  • Caja de cambios: manual 6 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 415/176/155 cms
  • Peso: 1.293 kgs
  • Ruedas: 225/45R18
  • Maletero: 251 l
  • Cap. Depósito: 45 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 215 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 7,8 seg
  • Consumo medio oficial: 6,9 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAS, EBD, ESP, TCS, 4 airbags, ordenador a abordo, tapicería de alcántara, navegador, climatizador, cámara de visión trasera, llantas de aleación de 18", cristales tintados, bluetooth, asientos calefactables, luces de día LED, sensor de luces y limpias, control de velocidad, D-Mode, faros antiniebla, retrovisores electricos...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Nissan Juke Nismo

  • Juke Nismo, un poco de luz en el sombrío segmento de los miniSuvs

    Juke Nismo, un poco de luz en el sombrío segmento de los miniSuvs
  • Pues por mucho que lo diga la pantalla, este Nismo no es precisamente silencioso...

    Pues por mucho que lo diga la pantalla, este Nismo no es precisamente silencioso...
  • Excelentes asientos. No son superdeportivos... Ni falta que hace

    Excelentes asientos. No son superdeportivos... Ni falta que hace
  • Contundente vista del Juke. Deflector, tubarro, alerón... todo muy racing

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  • El D-Mode permite ver, entre otras cosas, las Gs que soportamos en cada momento

    El D-Mode permite ver, entre otras cosas, las Gs que soportamos en cada momento
  • El Juke está en su salsa en carretera secundaria... e incluso terciaria

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