by AUTODOMINIS

Prueba del Nissan Navara DCi190 DC

Nissan Navara DCi190 DC

" Versatilidad al cubo "

Los pick up van poco a poco evolucionando de su visión industrial y agropecuaria para convertirse en alternativas funcionales a los todo terrenos clásicos sumando una estética original y enorme capacidad de carga.




Este tipo de coches nunca ha gozado de gran predicamento en nuestro país, a excepción de en las Islas Canarias, donde no es nada extraño toparte cada día con unos cuantos cargados hasta arriba de plátanos.

En la península a nivel profesional se opta por la consabida “fregoneta” obligando a su conductor a disponer también de un “coche normal” para el desempeño de su vida personal.

También está la desconfianza de que los amigos de lo ajeno nos vayan a saquear la caja abierta o que, simplemente, lo portado y transportado se nos moje un día de lluvia.

Bien, como respuesta a todas estas dudas acudí a los verdaderos expertos en pick ups: los norteamericanos, más concretamente solicité ayuda y consejo a un amigo tejano.

Allí este tipo de vehículo causa furor, no en vano, desde hace 20 años el modelo más vendido del país es el Ford F-150, un pick up. Me dicen que obviamente es así gracias a las compras de autónomos y pequeños empresarios. ¿Por qué? Por su versatilidad.

Son coches válidos para trabajar –según en qué, claro- e igualmente útiles para el día a día. No se arrugan en autopista, muchos ofrecen buenas cualidades camperas y en versiones de doble cabina, como este Navara, pueden transportar cómodamente a cinco pasajeros. Total, tres coches en uno: uno profesional, otro familiar y un 4x4 como los mejores.
Y por supuesto, añade, “molan mucho más” que una sencilla furgoneta blanca.

Respecto a los chorizos que te puedan levantar lo que lleves en la caja… la percepción es que es tu maletero y lo que hay ahí ni se mira ni se toca. Y que igual el dueño está tomando café cerca y como te pille, puede que no le siente bien… y sea muy probable que vaya armado.

El factor climatológico, por otro lado, se soluciona echando una lona o colocando un plástico, pero todos los fabricantes ya cuentan con gruesos catálogos de accesorios de protección para tranquilidad de aquellos que temen mucho por este y el anterior motivo.

Aclarados estos conceptos sobre la categoría a que pertenece este Nissan, vamos con él en profundidad.

Este japonés va por la tercera generación en nuestro país, y quizá fue el primero en dotar de un espíritu más lúdico a este coche.



En este acabado al Navara se le ve un coche sólido, rudo y potente, pero no exento de ciertas delicadezas estéticas como un frontal muy trabajado, las llantas de aleación de acabado deportivo o el pequeño alerón que remata la tapa de la caja.
Obviamente, nunca ganará un concurso de belleza, pero es un coche bien plantado y bien proporcionado en esta versión de doble cabina, que reduce algo las dimensiones de la “cama” trasera (en América a la caja le dicen “bed”. Será porque cabe un colchón dentro…).



El NP 300 es un coche grande. Son más de cinco metros de largo, 1.85 de ancho y, en nuestra unidad con las barras sobre el techo, 1.90 de alto. Ponerse a su lado resulta bastante intimidante, lo que es un plus a la hora de circular con él por entornos urbanos… no veas cómo los taxistas de la capital respetaban mi “zona de confort” al ver mi morro de camión, mis prominentes taloneras y la barra antiempotramiento trasera disimulada tras un bonito paragolpes de latón cromado al estilo de la vieja escuela. Una gozada.



Pero es en el interior donde se aprecia claramente la dulcificación de este Navara. De puertas adentro –muy grandes por cierto, y que abren casi en ángulo de 90º- este Nissan es… como cualquier otro Nissan. De hecho, de no ser por el enorme espacio que ofrece, se podría confundir con el interior de un Qashqai/X-Trail.
Obviamente, hablamos del acabado más elevado –Tekna- que incluye un equipamiento de serie extraordinario en el que no falta ni el navegador, ni la tapicería de cuero con los asientos delanteros calefactables o el techo solar.
Tampoco los materiales empleados le van a la zaga a los usados en los modelos más domésticos de la marca. Hay una inteligente combinación de plásticos blandos y plásticos duros, todos de muy fácil limpieza y con unos ajustes más que logrados. De hecho, por más que “maltraté” el coche por caminos de cabras nunca apareció ni chirrido ni crujido alguno en el habitáculo.

La postura al volante es, como no, bastante elevada. De hecho, yo recomiendo subir al coche apoyándose en la talonera, que para eso está, y en el caso de copiloto y pasajeros, echando mano de los asas que tan bien ubicados están en los pilares.
Tomamos posesión del asiento del conductor y bien podríamos estar sentados en una silla de cocina, pues la postura, es casi la misma, pero lo grandes y cómodos que son y la cantidad de reglajes que contemplan (eléctricos el del conductor) nos devuelven a la sensación de coche, y de “coche bueno”.



Todo queda a mano, todo está a la vista, y para lo que menos se ve, hay cámara de visión 360 –sí, de serie y más que útil-. Por supuesto hay grandes posavasos, huecos en la puertas, una guantera descomunal entre los asientos, la clásica frente a las rodillas del acompañante, bandejas en el salpicadero y al lado del cambio y hasta un portagafas en el techo. Muy bien.

La instrumentación es clásica, completa y sencilla. Ofrece información analógica complementada con un buen ordenador digital con pantalla a color. El volante está bien dimensionado, va forrado de cuero y lleva bastante botonera multifunción.
La pantalla multimedia es grande, fácil de manejar, táctil y no hace reflejos.
El equipo de sonido es sobresaliente.
El climatizador situado más abajo es bizona, muy sencillo y con una capacidad encomiable para enfriar el habitáculo en tiempo record tras una hora aparcado a pleno sol en plena ola de calor estival.

Pasamos a las plazas de atrás y descubrimos tres auténticas plazas. Sin trucos ni ambages. Hay anchura, altura y profundidad para que tres adultos quepan a sus anchas. Incluso el de en medio se puede traer los pies, ya que el suelo es prácticamente plano. Hay salidas de aire también para estas plazas.



Vamos con el “maletero”, esa enorme y práctica caja.
A la hora de medir su capacidad real no tuvimos suficientes pelotitas de un litro para llenar ni tan siquiera la mitad, así que hubo que ponerse creativos y pedimos un saco de un metro cúbico de arena. Y no solo cabía, sino que sobraba espacio. Y eso sin exceder la altura del coche –aunque se puede cargar hasta el mismo cielo- ni el peso, ya que la marca anuncia que es capaz de cargar más de 1.000 kgs (y arrastrar más de 3.500…). El único condicionante son los resaltos de los pasos de rueda, que se comen un par de palmos a lo largo y uno a lo ancho de la capacidad del hueco.
También quise probar si cabía una moto, y bueno, en diagonal sí. Otra cosa es el hecho de subirla a la caja, pues la altura a la que queda el plano de carga es bastante elevado y, como desde atrás es imposible llegar hasta el fondo, tendrás que subirte tú a la “cama” y tirar de lo que quieras transportar hasta ubicarlo en su lugar.
Nada difícil y dramático, pero es recomendable estar un poco en forma…



También me ha gustado mucho el sencillo pero eficaz sistema para asegurar lo trasportado, con railes en tres de los lados de la caja en los que se encajan unas argollas específicas a las que asegurar cuerdas, pulpos, cinchas o lo que te apetezca.

Yo he disfrutado como un loco esta semana echando viajes al punto limpio. Si me lo dejan dos días más, vacío la casa entera…
A todo esto, hay una rueda de repuesto de verdad bajo la carrocería.

Vamos ahora precisamente con eso, con lo que hay bajo la carrocería de este NP300 Navara.

Bajo su morro hay un motor Dci fruto de la sinergia de la marca nipona con Renault, de 2.3 litros de cilindrada, cuatro cilindros y, en este coche con 190CV, doble turbo. En frío arranca sonando como si hubieras puesto en marcha algo todavía incluso mayor. Es chulo, pero al poco rato coge temperatura y el increíble Hulk se vuelve a convertir en el doctor Bruce Banner, con un soniquete a diesel convencional.



Lo que no decae es la potencia.
Son dos toneladas de coche en vacío, pero te aseguro que a sus mandos parece que has perdido 300 kilos por el camino. Siempre hay potencia, siempre hay par y, a excepción de unas aceleraciones poco fulgurantes, el Navara corre que se las pela.
El problema de las aceleraciones viene en gran parte por una caja de cambios “manifiestamente mejorable”. La palanca es larguísima, las inserciones lentas y torpes y no es raro fallar, incluso con la marcha atrás. Parece que la caja automática disponible se convierte en un “must” a la hora de escoger este coche.
La caja transfer, por su parte, se controla mediante una rosca en la parte baja de la consola central. Hay tracción a 2 ruedas –traseras-, 4WD “high” para circular a buen ritmo con tracción total, 4WD “low”, básicamente reductora, y un botón para el control de descensos.
Con el 4WD H el coche va muy bien, pero el tren delantero “perrea” algo a la hora de maniobrar. El modo 4WD L es sólo para circular a muy baja velocidad.
O por campo de verdad, ya que su altura libre al suelo (22 cms) y buenos ángulos (30 grados de entrada, 25 de salida y 22 en la panza) le convierten en un todo terreno más que apto. De hecho, más apto que la mayoría de todo caminos…



La suspensión también tiende a tragárselo todo con relativa dulzura, y eso que conserva el eje rígido detrás. Sin embargo, en esta versión va acompañado de resortes helicoidales, y no de incómodas ballestas como en el resto de la gama.
La dirección está muy bien, y es que es todavía de asistencia hidráulica y no eléctrica, y ofrece un diámetro de giro muy bueno, de entre 12 y 13 metros.
Los frenos me han convencido algo menos. Pues aunque ofrece unos buenos discos delanteros, monta frenos de tambor para las ruedas traseras, y bueno, cuando se rueda con la caja libre está bien, pero a nade que carguemos echaremos de menos algo más de capacidad de detención.

El consumo medio que hemos obtenido en el modo 2WD, conducción relajada y uso mixto ha sido de 7,9 litros a los 100 kms recorridos. No es para echar cohetes pero mejora el registro real del modelo saliente. No hay sistema start&stop (y no lo he echado nada-nada de menos…).



Llegamos al final de la prueba con un sabor de boca extraordinario. Es más, con ganas de comprarme un Navara y dejarme de compactos deportivos y todo terrenos que en realidad no lo son. Pero también llegamos a un apartado cuanto menos “peliagudo”: el precio.
Y es que el precio de este Nissan NP300 Navara 2.3Dci 190 4x4 doble cabina Tekna es de 43.440 euros. O sea, un pastón.

Va equipado hasta arriba –con algún detalle tonto olvidado- y son dos –o tres- coches en uno, el de trabajo y el personal. Pero es que seguro que se pueden conseguir dos, una furgonetilla y un utilitario, por menos de lo que cuesta este Nissan. Pero bueno, conviene recordar que estamos hablando del modelo más de lujo de la gama, y que los hay desde 30 mil con doble cabina y desde 29 mil en modalidad “King Cab” (sólo dos puertas). Que con descuentos, a nombre de empresa, matriculado incluso como industrial… seguro que llega a compensar.

Porque te aseguro que, tal y como está o tirando de accesorios, un coche más versátil no vas a encontrar.


NUESTRA NOTA: 8.5
Valoracion prueba 8.5
Cosas a favor

Versatilidad de uso
Motor brillante
Equipamiento y acabados

Cosas en contra

Caja de cambios manual deficiente
Sin sensor de limpias
Precio algo elevado

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 2.299 c.c.
  • Potencia: 190 CV CEE
  • Par: 450 NM
  • Tracción: integral conectable
  • Caja de cambios: manual 6 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 533/185/181 cms
  • Peso: 2.038 kgs
  • Ruedas: 255/60R18
  • Maletero: mil millones de litros
  • Cap. Depósito: 80 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 184 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 10,8 seg
  • Consumo medio oficial: 6,4 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAs, EDB, ESP, Hill holder, 6 airbags + de rodilla conductor, sistema anticolisión con frenada de emergencia, climatizador bizona, faros LED, tapicería de cuero, navegador, techo solar, asientos delanteros eléctricos, cámaras perimetrales 360º, ordenador de a bordo, parabrisas con tintado superior, cristales traseros tintados, parktronic, retrovisores eléctricos y plegables, bluetooth, control y limitador de velocidad…

"Bonus Gallery"
Fotografías del Nissan Navara DCi190 DC

  • Nos habíamos comprometido a hacer un porte a Papá Pitufo y nos perdimos. Menos mal que alguien nos supo indicar el camino…

    Nos habíamos comprometido a hacer un porte a Papá Pitufo y nos perdimos. Menos mal que alguien nos supo indicar el camino…
  • Al activar la reductora el ESP se desconecta al igual que el sistema anti colisión frontal

    Al activar la reductora el ESP se desconecta al igual que el sistema anti colisión frontal
  • Dada la envergadura del coche, el sistema de cámaras es poco menos que imprescindible

    Dada la envergadura del coche, el sistema de cámaras es poco menos que imprescindible
  • Mando rotatorio para la tracción, botón para el control de descenso y una horrible palanca para el cambio de marchas

    Mando rotatorio para la tracción, botón para el control de descenso y una horrible palanca para el cambio de marchas
  • Dos hamacas, cuatro sillas, 6 cajas, dos bolsas… y me sobraba media caja

    Dos hamacas, cuatro sillas, 6 cajas, dos bolsas… y me sobraba media caja
  • Atención autónomo: intenta que tu Berlingo salga tan chulo en una foto...

    Atención autónomo: intenta que tu Berlingo salga tan chulo en una foto...
Curro San Miguel.com
Equipo C
Francisco -Curro- San Miguel (Editor), Marisa Castre (Directora de Contenidos), Manuel dCP, F. David Arós, Michael D. Hesse, David S. Pareja (Colaboradores), Roberto Sanjuan (Webmaster).