by AUTODOMINIS
EDITORIAL

"¿Alquilar o comprar?"


La fórmula del renting parece estar calando con fuerza en la actualidad entre los consumidores españoles.

Hasta hace unos años, estos alquileres a largo plazo se limitaban, casi de manera exclusiva, a las grandes y medianas empresas. ¿Por qué? Pues porque eran las únicas que se lo podían permitir y además, se desgravaban sus impuestos… aunque los coches cedidos a sus ejecutivos en muchos casos se consideren “retribución en especie” y estén sujetos a IRPF. Sí, al final los “paganini” acaban siempre siendo los mismos. Pero eso es otra historia.

Ahora, ante la incertidumbre con los motores de combustión, la amenaza casi constante de una nueva crisis, la nueva mentalidad “lo que vale es la experiencia” (que hace que ser propietario de algo en determinados círculos esté hasta mal visto…), la mermada capacidad de ahorro de las familias y, en definitiva, la vida en un mundo en el que los cambios se suceden a cada vez mayor velocidad, hace que la gente busque alternativas de movilidad a la norma de “comprar un coche”.

A esto también han reaccionado los bancos y entidades de crédito. Aunque en realidad no se sabe qué es antes, si el huevo o la gallina. Me explico.

Lo antedicho de cara a los compradores particulares hizo que durante los años de la crisis y los actuales de “postcrisis” el mercado de ocasión en España esté desbocado. Y los bancos han visto que igual no es mala idea invertir en coches (comprando a buen precio en base a grandes pedidos), pues luego los van a poder colocar en ese mercado de usados fácilmente. Y entretanto, sacarles rentabilidad dejando que los usuarios los usen a cambio de una cuota mensual.

Sí, a grandes rasgos es como comprar un piso, alquilarlo y venderlo luego -con suerte y- con beneficio.

Pongamos un ejemplo sencillo para ver la mecánica de estas empresas.
Compran un coche de 18.000 euros por unos 16.000, ya que no compran uno, igual encargan 20 y por eso les hacen un buen descuento. Te lo dan a ti mediante renting por una entrada de 640 euros (dos cuotas) y 48 mensualidades de 320 todo incluido. El seguro, las revisiones y los impuestos. En las dos primeras variables juegan con ventaja pues generalmente tienen su propia aseguradora que les hace precio y en la otra han negociado un mantenimiento a tarifa plana con la marca. Los impuestos son los que hay, sí o sí. El caso es que al acabar el contrato tú les has pagado 16.000 euros, el 100% del coche ciertamente, pero te quedas sin nada mientras que ellos tienen un valor de unos 6.000 en el mercado de ocasión. Tal vez más en base a lo que han ahorrado. Multiplícalo por 50 o por 60 coches que tiene la empresa de renting más pequeña y verás el negocio.

Pero bueno. Son empresas que buscan ganar dinero, no Hermanitas de la Caridad. Y a ti te han prestado un servicio. Aquí paz y después gloria.
Ahora ¿compensa?
Mi respuesta más sencilla es “depende”.
Pues como todo en economía es cuestión de hacer números. No me gusta ser simplista pero podría decir que merece la pena para coches de importes de entre 15.000 y 30.000 euros y nunca a más de tres años de plazo.
Los coches más baratos se pueden sacar con un 20% de entrada y una financiación convencional a un interés muy bajo que compensa. Los más caros te van a llevar a pagar unas letras de renting desorbitadas. A menos que te puedas deducir el IVA de las mismas no compensa. Y a más años, dolerá mucho más quedarte sin coche al final del contrato y volver a la casilla de salida (sin un duro) cuando llevas gastados 26.000 ó 28.000 euros y sabes positivamente que tu coche aún vale 15.000 como V.O. Que vale, que no lo has pagado íntegro, pero casi-casi…

Como digo es cuestión de echar números y ver si compensa. Algunos dicen que les merece la pena por si les vienen mal dadas. Pero digo yo que en ese caso, mejor tener un pequeño capital disponible en forma de coche. No sé. Otros, que es la única manera de optar a automóviles de lujo que al contado salen por un pico. Eso es cierto, pero… si en ese caso el dinero es un problema… igual ese no es tu coche.

A mí me gusta recomendar como opción intermedia las fórmulas de multiopción o leasing que ofrecen las marcas. Pagas una entrada, unas cuotas muy bajas y dejas un dinero aplazado al final del contrato que puedes pagar al contado (nada interesante), refinanciar o no pagar devolviendo el coche a secas o escogiendo otro… y vuelta a empezar. Estas cuotas no incluyen seguro ni mantenimiento, pero ahora algunas marcas te lo comienzan a ofertar.

Y lo recomiendo porque ante la eterna pregunta de alquilar o comprar, ofrece un término medio con mayores beneficios para el usuario particular. Una manera de tenerlo todo teniendo “algo” en realidad.





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