by AUTODOMINIS
EDITORIAL

"La Espiral de la Derrota"


Se estudia en psicología y en sociología de la comunicación, y dicha espiral se describe en el hablar popular como el
... hasta acabar "empanado" del todo. Mantenerse alejado de dicha Espiral resulta tan complicado como sencillo en nuestro país y en estos días. Es difícil pues no son pocas las malas noticias que pueblan los medios y nos escupen a la cara de manera inmisericorde haciendo gala de altas dosis de sensacionalismo. Y es fácil de evitar, por otro lado, porque basta con hacer oídos sordos o mejor aún, buscarle un lado positivo a tanta negatividad incontenida. Y es que si no, la crisis parece más crisis -y se eterniza- e iremos cayendo por esa Espiral hasta ser devorados por la desidia y la pena. Es una cuestión de salud mental, básicamente.

Porque hay días, que si atendemos a lo que nos dicen y nos cuentan, dan ganas de no levantarse de la cama. Total, para qué, si nos van a intervenir en dos días, me van a despedir en tres, me embargarán la casa en cuatro y cinco serán los plazos en los que tenga que pagar mi operación de menisco en la Sanidad Pública… No exagero, ayer mismo escuché en una cafetería a unos chavales dispuestos a no estudiar ya que no hay salida, y a no trabajar porque no hay empleo. Muy bien, bravo por nosotros los periodistas. Nos estamos cagando en la voluntad y cargando el ánimo de una o dos generaciones venideras. Que por otro lado bien cierto es que desconocen una parte del fenómeno "esfuerzo/comer piedras" que implica el éxito… Pero bueno, eso es otro tema.
Y nuestro tema es el mundo de la automoción, el cual también parece sumido en esa Espiral.

Las cifras de ventas de coches nuevos del mes pasado son equivalentes a las de 1993… Un momento, ¿esto no lo habían dicho ya hace tiempo? Pues sí. Pero al parecer el informativo de hoy ha decidido incidir de nuevo en ello. Sin aportar otro dato, que podían haber dicho que sin embargo son mucho mejores que las de 1986, o algo.

Algo como que gran parte del desplome se debe más a empresas que a particulares o que el mercado de ocasión va como una moto.
Y que si bien en muchas operaciones el problema es el crédito, la realidad es que el problema es el exceso de crédito solicitado.
Un apunte aquí: a ver amigos, si quieres comprar un coche de 24.000 euros y vas a financiar 21.000 vas de canto. Pero no porque los bancos sean unos malos malísimos (que lo son), sino porque parece claro que con esa actitud nos plantamos en el inicio del "crash" de nuevo a nada que nos vengan mal dadas. Si algo debemos aprender de esta situación es que el crédito, es un "turbo" a nuestra economía, pero nosotros hemos de seguir siendo el "bloque motor". Y aquí no hay downsizing que valga. Tomemos lo que nos prestan para hacer frente a lo poquito que nos falta, no al revés. Del coche de 24.000 pon tú 21.000 y pide financiar 3.000, verás como sí te lo conceden. Si no tienes los 21.000… igual ese coche no es para tí.

Pero a lo que iba. La Patronal del sector automoción, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Concesionarios (Anfac) es tan llorona como todas las patronales, y gusta de hacer pucheros por si cae alguna ayuda gubernamental tipo plan Renove o 2000E, y claro, siendo sus representados uno de los principales anunciantes del mercado publicitario de nuestro país, pues toda tele que se precie les da carrete. Que no digo yo que las cosas les vayan malamente, lo que sí les digo es que repitiéndolo no van a conseguir que se arreglen. También añado que una vez tocado fondo, sólo queda ir para arriba. Verán cuando la cosa se arregle, que se arreglará, y todos vayamos a cambiar de coche en tropel…
Al hilo de su nefasta situación la semana pasada leía que varias marcas, Porsche, BMW, Audi… van a repartir entre 7.000 y 8.000 euros extra entre cada uno de sus empleados alemanes por la buena marcha de sus negocios durante el año pasado. Esperemos que a los que les toca en el país que nos toca se acuerden de compartir cuando las cosas vengan mejor dadas…

Pero vamos todos de la mano con que "la cosa está fatal" y yo insisto en que hasta el pesimismo tiene un límite.
Pongámosle al mal tiempo buena cara confiando en que después de la tempestad viene la calma, y cojamos nuestro coche esta Semana Santa (con el "combustible en máximos históricos", por supuesto, como ya nos han dicho y redicho) y con precaución -siempre- vayámonos, aunque sea cerca, a disfrutar de la primavera.
Alejémonos, aunque sea mentalmente, un ratito de la Espiral y un muchito de la Derrota.





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