by AUTODOMINIS
EDITORIAL

"A Plan muerto, Plan puesto"


Si alguien dudaba del éxito del Plan Pive, ahí está el fin prematuro de su sexta edición para enseñarle lo bien que ha funcionado.
Y diré más, ahí esta el ministro Soria confirmando hace pocos días la inminencia de un Plan Pive 7 para seguir sumando buenos resultados al sector del automóvil. Un sector que este pasado mes de octubre consolidaba la tendencia a mejor tras 14 meses ininterrumpidos de ascenso en las ventas.
Esa subida sigue siendo importante, pero como todo, es relativa, ya que mediada la crisis la cifra de ventas de coches en nuestro país había retrocedido a valores de 1993. Ahora estamos como en el 97, más o menos… Total, que ante el fin de los fondos de este Pive a primeros de noviembre, ya se le ha pedido a Papá Noel que nos traiga uno nuevo por Navidad… o antes.

Probada su eficacia y en proceso de aprobación su nueva edición (dotada de 175 millones de euros, como el extinto Pive6) no le faltan detractores. Aquellos que piden más subvención en bienes de primera necesidad y menos ayudas a los artículos de "lujo". Esto último me hace gracia, pues la marca más beneficiada por este último Plan de Ayudas Gubernamentales ha sido la rumana Dacia. Toma "lujerío"…
Pero les entiendo, de hecho yo quiero un Plan Pive para pagar el IBI de mi casa, otro para rebajar el coste de la gasolina y un tercero para abaratar la factura de la luz, pero hasta que lleguen -que no creo yo que vaya a ser pronto…- bien está que nos echen una mano en algo y que ese algo sea un sector estratégico en la economía del país.

Y es que España es el noveno fabricante de coches del mundo -y seguramente en breve se convierta en el octavo gracias a nuestra demostrada "competitividad" (o sea, trabajar más por menos)- y sólo el último Pive ha representado un impacto de 8.000 millones de euros y 3.000 millones de recaudación fiscal. Sí, aún estamos lejos de compensar todo lo que ufanan nuestros políticos y periféricos, pero oye, todo suma.

Porque la mejora en el consumo interior trae incrementos en la producción nacional -por costes operativos, básicamente- y una nueva remesa de impuestos con los que al parecer, los críticos de estas medidas, no cuentan. Porque el coche es uno de los bienes más gravados de nuestro país. Que si el IVA, que si el impuesto de matriculación, que si el impuesto de circulación… un desparrame para la hacienda pública, que somos todos… más o menos.

Por otro lado está el factor social y medioambiental. El primero hace referencia a quitar de en medio coches obsoletos con pocos o ningún sistema de seguridad para sus pasajeros, amén de consumos hoy superados y costes de mantenimiento difícilmente asumibles y por ello, en muchos casos, prescindibles. Y por el otro lado, tal y como estaba planteado el Pive6 y como también lo estará el Pive7, quitar de la circulación coches con emisiones tan elevadas que en este mundo ecoguay no tienen cabida. Hay casos y casos, pero que un coche actual contamina menos que uno de hace 10 años es una verdad irrefutable. Lo curioso es que muchos de los que se han acogido a este Plan de Ayudas desconocían la motivación "verde" de su implantación hasta que se la han explicado en el concesionario. Parece que todavía nos falta concienciación… e información o interés para al menos, descifrar lo que se esconde tras el acrónimo PIVE: Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente. ¿Lo sabías? ¿Sí? Mentiroso…

Sin embargo el objetivo final, no de estas ayudas sino que creo yo que de todas, ha de ser lograr la recuperación y estabilización de esta vertiente de la actividad económica para que a no mucho tardar pueda caminar sola, como ya lo hacía y con pie firme en los primeros años del siglo veintiuno. Claro que eran "otros tiempos" y que el IVA estaba al 16%. Confiemos en el tiempo y en el buen hacer de cada uno de nosotros más que en chorradas de "brotes verdes", "sendas de recuperación" y demás perlas engañabobos, para no necesitar más descuento que el que, sí o sí, nos puedan ofrecer en el concesionario.






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