by AUTODOMINIS
EDITORIAL

"Música, imagen y apología de la idiotez"


Aunque pertenezco a la “generación del videoclip”, nunca he sido un gran fan de los videos musicales.
Obviamente reconozco el talento que hay tras algunas de estas piezas que aúnan con maestría la música y la imagen logrando trasladar a la acción las historias que se cuentan tras las letras de algunas canciones. Por ejemplo, el celebérrimo “Thriller” de Michael Jackson y sus zombis bailones.
Los hubo mejores y los hubo peores, pero durante los años 80 todo artista que se preciara debía tener un clip que de una manera más literal o más metafórica contara de lo que iba la canción que estaba cantando.
Ahora parece que en muchos casos la metáfora se ha convertido en pura chufa y lo que se busca es mostrar cosas raras y llamativas que poco o nada tienen que ver con lo que evoca la interpretación del artista, si es que este interpreta algo, que esa es otra.

Esto es especialmente palpable en los videos de los jóvenes “hip-hoperos” que, buscando la transgresión o simplemente el espectáculo, introducen elementos al buen “zurumbullón” para llamar la atención. Y claro, los coches no pueden nunca faltar en sus piezas.
Pero ya no vale con rapear alrededor de un Lambo, bajarse como un gángster de un Cadillac, “vacilar a unas pibitas” desde un Rolls Royce o que tu coro asome por la capota abierta de un Ferrari F430 Spyder. Ahora, presos de los virales de Youtube, se busca imitar los comportamientos altamente censurables que muestra la millonaria web de videos.

Entre ellos, la “artista” M.I.A (desconozco lo que significa el acrónimo), por ejemplo, ha decidido incluir en su video “Bad Girls” una interpretación de las locuras que los conductores saudíes hacen con sus coches en su país. Ya sabéis, eso de hacer “drifting” con un Toyota Camry a 200 por hora, bajarse en marcha de un Chevrolet Malibú o poner a dos ruedas un todo terreno y fumarse una pipa de agua en su techo.

A diferencia de lo original, los productores del clip de la muchacha decidieron grabar en Marruecos y hacerlo, gracias al cielo, con conductores “profesionales” de origen francés y en carreteras cerradas al tráfico. Pero lejos de dejar esto claro, su pretensión era y ha sido la de que parezca Arabia Saudí y quede del rollo más amateur posible. Pero chulo y macarra, eso sí.
Muy bonito, estoy convencido que los chavales de la aldea más cercana a la grabación, a la que puedan hacerse con un coche, no pararán hasta repetir lo que han visto por sus calles y, el resto del mundo, del mundo descerebrado, se entiende, intentará repetir lo que ha visto en la pequeña pantalla por lo guay y cool que resulta.

Supongo que algún realizador de este tipo de clips no tardará en fijar su vista en los terribles videos de accidentes que nos llegan desde Europa del este, especialmente de Rusia, y podremos ver al rapero de turno lanzando sus estrofas sobre lo perra que es la vida, lo mala que es la policía y lo duro que era su barrio entre colisiones frontales, atropellos, vuelcos y camiones en dirección contraria.
Si no, tiempo al tiempo. Sonido machacón, imagen impactante y estupidez a raudales, muy del estilo de la MTV de nuestros días…





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