by AUTODOMINIS

Prueba del BMW 730d

BMW 730d

" De lujo "

Como buen “buque insignia” de la marca, a cada generación el Serie 7 de BMW ha estado obligado a superarse. Y ha sido quizá en esta sexta reencarnación donde ha alcanzado el verdadero equilibro entre tecnología, lujo y dinamismo.


Como siempre digo, cuando en una presentación de un nuevo modelo la mayor parte del tiempo se la llevan sus sistemas multimedia y gadgets de última tecnología… malo. Y así fue cuando nos enseñaron a la prensa el nuevo Serie 7. Que si aparca y desaparca solo, que lleva el cuadro totalmente digital, que si su mando –opcional- es casi un Smartphone, que si el control gestual, que si patatín y patatán. Si se habló de chasis fue para decir que su carrocería se sostenía sobre una arquitectura híbrida de fibra de carbono y, de motores, destacaron el 740ie, un enchufable de cuatro cilindros con unos consumos y emisiones realmente bajos.

Así las cosas, cuando este 730d llegó a mis manos no esperaba encontrarme mucho más que una gran berlina lujosa y tecnológicamente apabullante. Sin embargo, bastaron las primeras horas a sus mandos y cubrir los primeros 100 kms para salir de mi error.



Por supuesto este BMW es lo que se espera de él a simple vista: un cochazo de más de cinco metros con una estética muy lograda alejada del aspecto mazacote que lucía la generación anterior. Incluso en esta versión de batalla corta, llama la atención su longitud, potenciada por esa tira cromada en los bajos. Las puertas son muy grandes y conserva un kilométrico capó y un tercer volumen bien diferenciado. Las llantas de aleación de 19” son de serie y me parecen tan deportivas como elegantes.

La anchura del coche también es notable. Sus dos metros de espejo a espejo desde luego le dan “presencia” en el carril, mientras que su altura contenida y bien proporcionada lo aleja de estridencias de dudoso gusto como el bajísimo Serie 6 Gran Coupé o el “coche para conducir con sombrero de copa”: Serie 5 GT.



Pasar a su interior, como no podía ser de otra manera en un coche que “tontea” con los 100.000 euros de tarifa, es adentrarse en un mundo de muy buenos materiales, muy buenas terminaciones y buen gusto sin caer en lo rancio y sin pasarse de moderno. Tiene el cuero y la madera justa para un coche de su abolengo.

Tal vez sea porque a lo largo de los años siempre hemos tenido un BMW en casa y, por mucho que evolucionen, me siguen resultando familiares. Con más o menos botones, con más o menos pantallas, ese toque clásico de la marca siempre está ahí y es algo que se agradece. También estoy convencido de que su interior tampoco levantará extrañeza en alguien nuevo en la marca. Así de bien está de integrada la tecnología.



El conductor se sienta en una fantástica butaca con todo lujo de ajustes eléctricos y frente a él se dispone un cuadro digital… que reproduce uno analógico. Cambia en función del modo de conducción seleccionado, pero mantiene el esquema básico, a tope de información eso sí, en todos los casos.

Se puede ir a más, y montar como era el caso de nuestro coche de pruebas, el head up display. Y hay que distinguir entre los “HUD” en mayúsculas como este de BMW y los “hud” de todo a 100 que algunas marcas están montando y que apenas soportarían un asalto en un combate contra el nuestro.
La información que se proyecta directamente sobre el parabrisas de este Serie 7 es nutrida y su visualización es absolutamente perfecta por mucho que muevas el asiento. Es una opción cara pero sin duda, muy recomendable.

En la parte superior de la consola encontramos la clásica pantalla del equipo multimedia que, como novedad, se puede manejar de manera táctil. Tampoco teman los más clásicos, porque sigue habiendo controlador iDrive y cuenta con manejo por voz. Y a ellos se suma el sistema por gestos, una característica tan tonta como divertida. Las funciones básicas que observa son descolgar/colgar llamada, subir/bajar volumen y cambiar de emisora/pasar canción. El captador está bajo el retrovisor central y obedece con sorprendente fidelidad a tus gestos mientas sean claros y pausados. Obviamente hace las delicias de niños y despierta el asombro de cuñados, pero no sé, llamadme clásico pero a mí todavía no se me antoja muy práctico y sí un tanto bizarro.

El climatizador de nuestro coche era de cuatro zonas –opcional- y nunca conseguí dar con el botón para apagar o regular la temperatura de las plazas traseras desde el mando principal. Si no se puede hacer es un fallo gordo, pero apuesto más por mi torpeza en un coche en el que hasta puedes regular el asiento del acompañante desde la puerta del conductor.



Las plazas de atrás son igual de lujosas que las anteriores. Tienen hasta su cenicero en la puerta, que es un detalle muy de berlinas de lujo. El espacio es muy bueno aunque algo más pequeño que el que ofrece a sus pasajeros un Mercedes Clase S. Eso sí, asientos, respaldos y el más que prominente túnel central nos indican que, aunque caben tres (y cuatro si me apuras…) es un coche pensado para transportar a sus anchas en este espacio a sólo dos pasajeros.

El maletero sí que puede con el equipaje de una familia de 6 miembros (mientras no sean 6 mujeres…) gracias a sus 515 litros reales de capacidad. El hueco es muy regular y la tapa se acciona de manera eléctrica. No hay rueda de repuesto ni kit de pinchazos gracias a sus neumáticos capaces de rodar totalmente desinflados.



Hasta aquí el coche me ha sorprendido gratamente. Lujoso y tecnológico pero dentro de un orden real, práctico y discreto.

Y la cosa mejora cuando nos ponemos a rodar con él.
Como nosotros no disponíamos del mando ese que casi hace palidecer a un móvil de hace dos o tres años, tenemos que arrancar y maniobrar para salir del párking nosotros solitos.
El silencio incluso con el motor frío es la tónica dominante en la operación. El clásico motor de seis cilindros en línea y tres litros de cilindrada nunca ha sido especialmente ruidoso, pero es que el aislamiento de este coche es soberbio.



Aunque el Serie 7 no tiene mala visibilidad, su media docena de cámaras exteriores me permite abandonar el aparcamiento en un periquete y sin miedo a las columnas. A todo esto, que junto con la perspectiva “bird view” este coche también ofrece un par de recreaciones 3D de lo más curradas.

La amortiguación electrónica va filtrando baches, tapas de alcantarilla y resaltos con una suavidad encomiable. El cambio de 8 relaciones por convertidor de par convencional tampoco se hace notar. La dirección es blanda, los frenos, correctos.



Voy con el modo Confort, que es el que el coche activa por defecto.
El Eco Pro no lo voy a probar porque no me gusta en ningún BMW, y el Sport lo dejaré para más adelante. Lo que voy a hacer es seleccionar una cuarta posibilidad que está marcada como “Adaptive” y que promete ajustar los parámetros del coche (cambio, suspensión, respuesta del motor, dirección…) al tipo de conducción realizada. Y lo cumple. Para mí, que practico una conducción rápida sin llegar a ser deportiva, es el programa que mejor se adapta. Y es que también estoy convencido de que ese tipo de conducción es la que le va a este coche.
Porque aquí llega la verdadera sorpresa de la prueba.

El manejo del Serie 7 está más próximo al de una berlina media que al de un modelo de su tamaño y categoría. Y me atrevería a decir otra cosa más: es más BMW que muchos BMW de los que he conducido últimamente.



El 730d juega al despiste con una ligereza impensable en carreteras de segundo orden. Ok, lleva una parte de su plataforma de fibra de carbono como ya dije y contamos con un tren trasero direccional –opcional-, pero aún así, me esperaba mucho menos de él. Un buque insignia con el que te puedes divertir conduciendo, vaya. Tanto es así que en el modo sport –mucho ruido, no demasiadas nueces- lancé de lado al BMW en una rotonda (cuando nadie venía y nadie miraba) y me obsequió con un giro completo y controlado en forma de cruzada maravillosa con las ruedas traseras humeando al estilo M3 y saliendo propulsado en mi desvío como sólo un coche con tracción trasera sabe hacer.

Por cierto, algunos compañeros se quejaron en su día de los frenos de este modelo. Sería cosa de su unidad, en el mío os juro que iban bastante bien. He tenido oportunidad de comprobarlo repetidas veces esta semana…

La única pega que se le puede poner a la hora de hacer conducción netamente macarra es su motor. No, si va muy bien, sus 265CV cunden y no he sido capaz de pasar de 7,7 litros de consumo medio, pero es que su escaso margen de utilización y el “run-run” diesel que cuando se le exige sí se filtra al interior, cortan un tanto “el rollo”.



Por supuesto en autopista es una auténtica locomotora y en ciudad lo bueno de su manejo en carretera –y lo de las cámaras- es completamente aplicable.
No me quiero extender más –que podría-. Falta por valorar rápidamente su precio, que parte de los 94.000 euros y se va hasta los 103.000 por el coche que veis en las fotos. Una “pasta gansa” sí, pero os lleváis un coche de lujo… que además “va de lujo” en cualquier situación.


NUESTRA NOTA: 9
Valoracion prueba 9
Cosas a favor

Calidad real y percibida
Comportamiento dinámico
Equipamiento de serie y en opción

Cosas en contra

Dirección algo blanda incluso en modo Sport
Plaza central trasera prácticamente inexistente
Faltaría un 740i (6cil/gasolina) en la gama

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 2.993 c.c.
  • Potencia: 265 CV CEE
  • Par: 620 NM
  • Tracción: trasera
  • Caja de cambios: automática 8 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 509/190/148 cms
  • Peso: 1.755 kgs
  • Ruedas: 245/40R19
  • Maletero: 515 l
  • Cap. Depósito: 78 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 250 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 6,1 seg
  • Consumo medio oficial: 4,7 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, TCS, 6 airbags, alarma, sensor de luces y limpias, portón de maletero eléctrico, asientos delanteros eléctricos y calefactables, tapicería de cuero, bluetooth, navegador, faros LED, suspensión adaptativa, cámara de visión trasera, WiFi, cuadro de instrumentos digital, lector de señales de tráfico, control de velocidad, modos de conducción…

"Bonus Gallery"
Fotografías del BMW 730d

  • Esta etiqueta en el pilar B nos dice que parte de la estructura de coche está hecha en fibra de carbono.

    Esta etiqueta en el pilar B nos dice que parte de la estructura de coche está hecha en fibra de carbono.
  • El sistema completo de cámaras disponibles es una gozada de cara a maniobrar los más de cinco metros de BMW...

    El sistema completo de cámaras disponibles es una gozada de cara a maniobrar los más de cinco metros de BMW...
  • El cuadro varía su apariencia según el modo seleccionado. Muy chulo… y poco más.

    El cuadro varía su apariencia según el modo seleccionado. Muy chulo… y poco más.
  • El manejo por gestos del equipo multimedia te convierte en un mimo dentro de tu lujoso coche

    El manejo por gestos del equipo multimedia te convierte en un mimo dentro de tu lujoso coche
  • Junto al mando del cambio están los modos de conducción: Confort, Sport, ECO y Adaptative.

    Junto al mando del cambio están los modos de conducción: Confort, Sport, ECO y Adaptative.
  • Desde luego, nadie negará la imponente presencia de este coche…

    Desde luego, nadie negará la imponente presencia de este coche…
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