by AUTODOMINIS

Prueba del Renault Mègane 1.6DCi GT ST

Renault Mègane 1.6DCi GT ST

" El mejor Mègane. Quizá. "

Renault nos ofrece como tope de gama de la familia Mègane una versión que añade, a todas las bondades conocidas del modelo, una enorme capacidad de carga, un toque deportivo, muy buen equipamiento y un propulsor a la última en prestaciones y consumos.


Quizá considerar a este Mègane como el mejor Mègane de la historia sea excesivo, pues todos los apasionados del automóvil tenemos un huequito en nuestro corazón para aquel R.26R tan radical como minoritario de una decena de años atrás.
Sin embargo, este GT ST ofrece un equilibrio general con el que aquel coche de carreras con ventanillas de plástico y barra antivuelco no podía ni soñar. Es este, por tanto, el mejor Mègane para la vida real.



Y es diesel. Sí, no me he vuelto loco.
Probado el 1.6 Tce de 205CV y comparado con este 1.6 Dci de doble turbo y “sólo” 165 CV prefiero el de gasóleo sobre el de gasolina, y es que el planteamiento del coche como gran viajero más allá de pretensiones deportivas, a pesar del rollo GT, hace que nos encontremos más en nuestra salsa con un propulsor pleno de par y austero en gasto.

Hablando del tema GT.
No hay que confundir un Mègane GT con un Mègane GT Line.



El nivel GT se reserva para los modelos más potentes de la gama y se distingue por unos paragolpes específicos, el delantero con una parrilla diferente, tomas de aire adicionales y anagrama GT; y el trasero con unos bajos distintivos además de contar con unas llantas de aleación exclusivas; también está disponible el color “Azul Rayo” opcional, que era el de nuestro coche de pruebas, combinado con detalles en negro brillante y la leyenda “Renault Sport” en las aletas y la trasera. Por supuesto estos modelos también cuentan de serie con el sistema de 4 ruedas directrices 4Control disponible en otros modelos de la marca del rombo.



El interior se muestra asimismo cambiado con infinidad de detalles en azul, como el pespuntado del volante, la palanca de cambios o los asientos, especiales y absolutamente fantásticos.
Sin embargo, quizá el rasgo más GT de este GT es el botón RS del cuadro (supongo que lo escogieron por no repetir tanto las letras GT…). Pulsando este botón se cambia el mapa motor, el tacto del acelerador, la respuesta del cambio automático, la dureza de la dirección, la asistencia del tren trasero y hasta el sonido de escape (tal vez lo menos logrado del conjunto). Aunque no soy amigo de los modos de conducción, sí que soy amigo de este modo. Tanto que, a pesar de lo bien que va en neutral, yo lo he llevado casi todo el tiempo en RS.



Pero no adelantemos acontecimientos, antes de correr, hay que echar a andar.
Y lo hacemos abriendo la puerta del conductor y accediendo a su interior. Una vez sentados escuchamos un rugido muy chulo proveniente del equipo multimedia que acompaña el sonido con una animación GT. Mola.
El puesto de conducción como en todo Mègane actual es sobresaliente. Muy buena postura, todo a mano, todo a la vista (excepto el Head Up Display que siempre se me queda bajo) y todo con una apariencia más que buena. El cuadro es análogo al del resto de versiones, así como la consola central incluida la enorme pantalla multimedia a la que creo que no me acostumbraré jamás.
Bien de espacio, bien de luz, bien de huecos. A la altura de lo esperado en un Mègane.

Las plazas de atrás ofrecen más espacio para las piernas que la versión berlina de la que deriva, ya que la batalla de este Sport Tourer es 4 centímetros mayor. Sin embargo, las cotas de anchura y altura permanecen inalteradas, con lo que parece que la ventaja en espacio tiene sentido si tus pasajeros han crecido más de cintura para abajo que de cintura para arriba.
No, en serio, hay sitio de sobra para tres. Bueno, vale, quizá no de sobra, pero está bien.



Como muy bien está el maletero con 521 litros de capacidad que pueden ser 1.500 abatiendo fácilmente los asientos. No es de los más grandes de su categoría, pero son 140 más que los de la berlina de la que deriva.

Además el suelo de carga está organizado en dos piezas independientes que se pueden colocar a distinta altura y dispone de un hueco específico donde alojar la toldilla cubre equipajes si la queremos guardar y cargar hasta el techo sin dejar esta pieza en casa.
Su portón carece de accionamiento eléctrico ni como opción, pero deja una apertura enorme y su base de carga está realmente cerca del suelo. Lo que es una ventaja a la hora de trastear con objetos grandes y/o pesados.

Ahora sí nos ponemos a rodar.
Desde los primeros metros el GT transmite aplomo, confort y seguridad.
Es un coche con el que se puede rodar tranquilo a punta de gas con muy poco ruido y bastante comodidad para, en el momento que se necesite, dar un pisotón de gas y salir disparado hacia delante sin mucho más drama del que te pille un radar.



El cambio automático EDC de doble embrague y 6 marchas con levas tras el volante es suave y rápido, aunque racanea un tanto a la hora de reducir. Los frenos son muy buenos y la suspensión deportiva específica no es excesivamente firme, pero es capaz de transmitir con fidelidad lo que hay bajo nuestros neumáticos sin castigarnos con golpes y rebotes.
La dirección eléctrica tiene su mejor tacto en el modo RS, y el sistema 4Control me ha desconcertado en algún momento ya que en algunos giros pronunciados en conducción “decidida” en lugar de cerrar la trayectoria la ha abierto provocando una ligera derrapada de la zaga tan gratificante como sorprendente. En absoluto peligrosa.



También es verdad que las carreteras viradas de segundo orden no son su hábitat ideal. No diré que es un coche torpe, pero su batalla aumentada, su tercer volumen, su cambio que no quiere reducir… le hacen “no muy ágil”.
Así como en autopista y autovía es el rey. Con carga o sin ella este Mègane mantiene cruceros elevados sin esfuerzo con una encomiable capacidad de recuperación (porque sólo son seis velocidades, no las 8 ó 9 que pretenden otros fabricantes y que no aguantan muchos de sus modelos ni cuesta abajo).

El consumo medio que medimos en uso mixto fue de 5,9 l/100 kms en modo neutral y 6,2 en modo RS. Está muy bien pero se aleja sobremanera de las cifras oficiales.



Concluir diciendo que como buen tope de gama, además de todo “lo GT” del coche, se ofrece un equipamiento de serie muy abundante, en el que no faltan los faros LED, el navegador, la frenada de emergencia o el lector de señales de tráfico y cambio involuntario de carril. Todo por un precio de 28.512 euros. Un poco elevado. Esperemos que haya promociones ya que, si bien quizá es el mejor Mègane de la historia, desde luego sí que es el más caro del momento.


NUESTRA NOTA: 9.5
Valoracion prueba 9.5
Cosas a favor

Detalles acabado GT
Comportamiento
Espacio y maletero

Cosas en contra

Portón sin apertura eléctrica
Visibilidad trasera, cámara opcional
Resistencia del cambio a reducir

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 1.598 c.c.
  • Potencia: 165 CV CEE
  • Par: 380 NM
  • Tracción: delantera
  • Caja de cambios: automática 6 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 462/181/145 cms
  • Peso: 1.516 kgs
  • Ruedas: 225/45R17
  • Maletero: 521 l
  • Cap. Depósito: 47 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 214 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 8,9 seg
  • Consumo medio oficial: 4,7 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BS, EDB, ESP, TCS, 6 airbags, hill holder, frenada de emergencia, sensor de luces y limpias, control y limitador de velocidad, lector señales de tráfico, faros LED, navegador, suspensión deportiva, tapicería específica, pedales de aluminio, levas de cambio, modo R.S, cristales traseros oscurecidos, alerta cambio de carril, climatizador bizona…

"Bonus Gallery"
Fotografías del Renault Mègane 1.6DCi GT ST

  • Faldón, parrilla y anagrama GT son exclusivos de esa versión

    Faldón, parrilla y anagrama GT son exclusivos de esa versión
  • La trasera es menos distintiva, aunque deja claro que es un Renault Sport

    La trasera es menos distintiva, aunque deja claro que es un Renault Sport
  • Botón R.S y cambio automático EDC, otros dos rasgos distintivos del modelo

    Botón R.S y cambio automático EDC, otros dos rasgos distintivos del modelo
  • Los asientos son una pasada de buenos. Grandes, cómodos y con extraordinaria sujeción

    Los asientos son una pasada de buenos. Grandes, cómodos y con extraordinaria sujeción
  • Esta pantalla y yo no nos entenderemos jamás. Por cierto, es un imán para el polvo…

    Esta pantalla y yo no nos entenderemos jamás. Por cierto, es un imán para el polvo…
  • El cuadro es común con el resto de la familia Mègane. En modo R.S aparece una banderita de cuadros

    El cuadro es común con el resto de la familia Mègane. En modo R.S aparece una banderita de cuadros
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