by AUTODOMINIS

Prueba del Subaru Outback 2.0d Limited

Subaru Outback 2.0d Limited

" Lo mismo pero más moderno "

Renovar un buen modelo de éxito y con éxito es un quebradero de cabeza para las marcas. Generalmente, la fórmula que funciona es presentar el mismo coche… pero haciéndolo parecer más moderno.


Y no lo digo sólo por Subaru. Acabo de conducir el “totalmente nuevo” VW Passat y es como llevar el “totalmente anterior” VW Passat. Y eso no es malo. Al contrario. Es mejor, porque lo pasado ya era bueno.
Lo mismo pasa con el Outback de Subaru.



Esta “ranchera elevada” ya supo hacerse un hueco en el mercado con su pasada generación. Era una alternativa de buena excelente relación calidad-precio a Allroad de Audi y al XC70 de Volvo. Un coche que lo hacía todo bien. Incluso era bonito y exhibía un atractivo comportamiento deportivo.
El modelo de esta prueba viene con nuevo traje a medida. Bueno, en realidad es el del Legacy SW con los “bajos metidos”, como en el modelo anterior, y el coche de ahora ha ganado practicidad… pero ha perdido algo de encanto.
Sí, ya no tenemos perfil afilado ni doble salida de escape ni alerón sobre el maletero, como tampoco tenemos opción bitono en la pintura de la carrocería, lo que actualmente nos encontramos es con un coche grande, muy grande y algo insulso, estéticamente hablando.



Algunos me dicen que este Outback es más feo que el otro Outback. Yo ni entro ni salgo en la discusión, pues para gustos lo colores, pero está claro que la marca japonesa –con fracasos sonados en varios restyling (léase Impreza del 2001)- ha decidido en esta ocasión ofrecer un modelo más afable a todas las miradas.

Así en frío, desde fuera, de cerca y en blanco perlado llama la atención su tamaño. Es largo, ancho y alto de carrocería, aunque también disfruta de una buena altura libre al suelo. Todo este tamaño se ve reflejado e un interior muy amplio. Delante hay dos buenos asientos con un buen apoyabrazos entre ellos, y detrás, a nada que el pasajero central se acostumbre a esquivar el túnel de transmisión, caben tres adultos perfectamente. Incluso se pueden reclinar el respaldo de sus plazas para ir más cómodos. El maletero también es bastante generoso. Anuncia 526 litros hasta la bandeja. Si cargamos hasta arriba podremos mudarnos sin ayuda. Lo más, enganchar una baca a sus barras de techo de serie.



Ya sentados en el puesto del conductor nos topamos con una atmósfera “made in Japan”, ya sabéis, de esas que se rigen por el principio de hacer que todo lo bueno luzca como si fuera regular o malo. Al contrario que el grupo VAG, por ejemplo.

La apariencia al primer vistazo es de “regulín-regulero”, pero una vez que tomemos contacto con sus mandos recordaremos que está muy feo guiarse por las apariencias. Tiene de todo, todo está en su sitio (excepto el freno de mano), todo funciona bien y todo da la sensación de estar pensado para aguantar miles y miles de años de duro trato (excepto el freno de mano). El cuadro es sencillo pero completo, a falta de un termómetro de temperatura del motor, cuyo lugar ocupa un indicador de consumo instantáneo de combustible calibrado a “ojo de buen cubero”. El monobotón del ordenador de abordo no siempre se encuentra y la consola central es limpia y clara. Quizá alguna vez los reflejos del sol nos impidan ver la información de la minipantalla situado a lo alto, pero tampoco nos perderemos información relevante… (la hora y la autonomía, no más). La iluminación es atractiva (con alguna que otra filigrana led) y la postura al volante se encuentra en dos golpes de mando de asiento eléctrico –de serie-. Sólo me quejo del freno de mano eléctrico que está escondido a la izquierda del volante y que hay que tirar de él para poner y presionar para quitar. No, espera, al revés. Creo. ¿Veis? Pues así toda la semana…



Una vez en movimiento el boxer diesel lanza el coche en carretera con soltura, aunque bien es cierto que este coche merece algo más de potencia. Espero que la siguiente generación de motores con cilindros opuestos sea más aspiracional, pues los 150CV de este modelo no se quedan cortos, pero tampoco sobran a menudo.
Las prestaciones son correctas y el consumo marcado ha sido de 7,1 litros a los 100 kms recorridos. No es muy bajo, claro, pero es que vamos “tirando” de una fantástica tracción total permanente. Ésta nos permitirá hacer nuestras pequeñas incursiones fuera del asfalto, conducir con seguridad con mal tiempo y agarrarnos como panteras en carreteras viradas y escarpadas. Que cada uno considere si vale la pena el coste por dicho beneficios.

Hablando de carreteras de curvas, la dirección tiene un punto fofo e impreciso que no me ha gustado. Tampoco su radio de giro es una locura, pero basta para maniobrar. Lo que no estaría de más es ofrecer un parktronic al menos trasero, que no lo hay ni en opción en la gama (cámara sí, pero tampoco es crucial pues la visibilidad es buena en todo ángulo). La carrocería lucha en cada viraje por no acusar su altura con un trabajo de suspensiones a la altura de los mejores, corrigiendo la tendencia al “flaneo” que proviene del alto perfil del flanco de sus neumáticos. Se puede ir rápido con él, sin duda, pero no cómodo al mismo tiempo. O no relajado, mejor dicho, pues habrá que anticipar el giro y agarrarse fuerte al volante para no resbalarse en el cuero de unos asiento con poca sujeción lateral.



Y si seguimos en carretera virada y llega el momento de frenar… mejor pisar a fondo, pues el tacto esponjoso del pedal en su primera mitad de recorrido transmite poca seguridad. Pero frenar, frena… tranquilamente.
Tranquilidad es lo que se siente en su interior si a ruido o vibraciones de su propulsor nos referimos. Es de los 4 cilindros diesel menos escandalosos, y no porque vaya especialmente bien insonorizado.



Hasta aquí el coche saca una nota más que aceptable, la cuál se mejora fácil con su equipamiento y precio de tarifa puesto frente a su exigua competencia. Tan sólo los mencionados A4 Allroad y Volvo XC70 comparten su planteamiento. Sin embargo, ambos resultan notablente más caros que nuestro Subaru Outback 2.0D Limited por el que nos piden 37.000 euros. En el modelo alemán, equiparlo al nivel de nuestro coche lo aleja más de 6.000 euros del japonés, mientras que el sueco (XC70 D3 Kinetic) aunque más potente, un pelín más grande y con buena dotación de serie, ya parte con una desventaja de cerca de 5.000 euros de vellón. Mucha pasta. El Outback entonces ya no se presenta como una alternativa, si no como el modelo a tener cuenta en primer lugar si lo que queremos va por estos derroteros pseudotodocamino. Es el mismo coche de siempre, pero ahora, más moderno.


NUESTRA NOTA: 8
Valoracion prueba 8
Cosas a favor

Sistema de tracción
Amplitud interior
Relación calidad-precio-equipamiento

Cosas en contra

Frenos flojos
Dirección imprecisa
Freno de mano escondido

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 1.998 c.c.
  • Potencia: 150Cv CEE
  • Par: 35,7 mkg
  • Tracción: integral permanente
  • Caja de cambios: manual 6 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 477/182/160 cms
  • Peso: 1.646 kgs
  • Ruedas: 225/60R17
  • Maletero: 526 l
  • Cap. Depósito: 65 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 195 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 9,7 seg
  • Consumo medio oficial: 6,4 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, EDB, ESP, Hill Holder, 6 airbags, apertura remota dépósito y maletero, asientos regulables eléctricos y calefactables, faros de xenon, faros antiniebla, techo solar, tapicería de cuero, bluetooth, retrovisores plegables, faros y limpiaparabirsas automáticos, climatizador bizona, control de velocidad...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Subaru Outback 2.0d Limited

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