by AUTODOMINIS

Prueba del Peugeot Partner Tepee 4x4

Peugeot Partner Tepee 4x4

" Robusta alternativa "

Con los tiempos que corren ahorrar cada céntimo cuenta, y muchos buscan en el mercado de vehículos comerciales alternativas a los monovolúmenes tradicionales o a los 4x4 al uso. No es mala opción, siempre y cuando tengamos un par de cosas claras.


La primera es que su estética supedita la forma a la función, y todo lo que sea superfluo ha sido eliminado. Se busca la máxima practicidad con el mínimo gasto. Esto también se aplica a ajustes y materiales.



Por otro lado, contemplar que la mayoría de estos vehículos se matriculan como “mixtos”, lo que implica otra serie de consideraciones como una velocidad limitada sea cual sea la vía o unas inspecciones técnicas más frecuentes.

A cambio, cualquier derivado comercial nos ofrece, por una cantidad razonable de dinero, kilómetros cúbicos de espacio y una durabilidad fuera de toda duda.

Es este el caso de nuestro protagonista, el cual, nada más verlo, llama la atención sobre su altura. Pero como apreciaréis en las fotos, no es sólo un vehículo elevado, sino uno “sobreelevado”. ¿Por qué ese descomunal recorrido de suspensión? Sencillo, esta Partner es la versión 4x4… de verdad.



Y es que la gama Tepee de este coche contempla acabados con el excelente Grip Control de la marca (un control de tracción adecuado a varios usos a golpe de rosca en el salpicadero) pero bajo pedido también puede convertirse en una cabra montesa merced a la tracción integral de la vieja escuela suministrada por el especialista Dangel.

Amén de la tracción, esta unidad aumenta sensiblemente el recorrido de amortiguación y monta neumáticos M+S. Toda una declaración de intenciones.



Pero vayamos poco a poco y empecemos por el interior.
Como ya os adelantaba, puertas adentro esta furgoneta es… una furgoneta. Su postura al volante es elevada, el salpicadero es sencillo pero completo y con un toque moderno. Todo queda a mano, como la palanca de cambios que sale de la consola. Los botones son grandes y muy intuitivos. Hay huecos y un portalatas peculiar al lado de la radio.
En las plazas de atrás, a las que accederemos por unas prácticas puertas correderas, caben dos adultos tamaño Barry White o tres de los “normales”. Hay altura, longitud y distancia a raudales. La pena es no tener salidas de aire independientes y que las ventanillas de esta zona sólo se puedan abrir dos dedos empujando hacia fuera.



El maletero cubica 675 litros y si se abaten los asientos y se carga hasta el techo puede con 3.000 litros. De hecho, es tan generoso el hueco que hasta se permite la veleidad de contar con rueda de repuesto de tamaño normal en su interior. Un detalle. La pena es la apertura de su portón, que lo hace de una sola pieza hacia arriba y no es nada cómodo. Yo hubiera abogado por una doble puerta o la que tiene pero con cristal practicable.



Ahora nos disponemos a circular y para ello arrancamos su motor 1.6HDi de 90CV.
Suena. Bastante. Parece que el aislante en Peugeot lo han reservado para su gama de calle. Piso embrague, terrible, meto marcha, peor aún, giro volante, catastrófico.
Pero sólo hasta que “cambio el chip”. No es un “coche cualquiera” me digo, y a partir de ahí la cosa mejora.

La altura al suelo de más de 20 centímetros condiciona tanto su comportamiento como la percepción de sus dimensiones. Parece que llevamos un coche más voluminoso de lo que en realidad es. Maniobra bien y puesto en carretera es un coche previsible: se menea y en conducción deportiva se va de morro. Es broma. No se me ha ocurrido hacer conducción deportiva con él ni loco.
Lo que sí que se me ha ocurrido es viajar, y oye, se va cómodo.
Los asientos no cansan, la calefacción es estupenda, gasta lo justo (7,5 litros medidos de media los 100 kms) y mantiene unos cruceros dignos en autopista. Y es que el motor tiene mucho que decir al respecto. Es el mismo que equipa gran parte de la familia PSA con excelentes resultados, y en este caso, no es menos. Incluso a plena carga su discreta potencia se muestra suficiente para mover el coche. No tenemos sexta en la caja de cambios, pero la quinta no está tanto planteada como marcha de desahogo sino como “una marcha más” plena de potencia y par. Las prestaciones son correctas y los frenos cumplen… hasta que se cansan, lo que hace incidir en el pedal con mayor decisión, ya que encontraremos la detención en el último cuarto de su recorrido.



También se me ha ocurrido llevármelo al campo animado por las insignias 4x4Dangel tan chulas que decoran su carrocería (la gente me decía que qué guays las chapitas de 4x4”Danger” que le había puesto a la furgoneta…).
Total, que pongo las ruedas en el monte y acciono la rosca del salpicadero desde 2WD ECO a 4WD Auto. El coche no se inmuta ni para arriba ni para abajo. Dale barro, dale hierba, dale pendiente, dale roderas, dale arena y dale candela que sale de todo. Neumáticos apropiados, altura apropiada, peso apropiado y tracción integral con diferencial de deslizamiento limitado. Ese es el secreto.

Paso a modo 4x4 puro con bloqueo del diferencial central. Pitido insistente, un parpadeo en el cuadro y nada. Lo quito, lo pongo, nada. Ay madre que lo he roto. Giro rueda, todo rueda, paro, arranco, el pitido me desquicia… y saco el manual de instrucciones.
Bien, el diferencial no se bloquea hasta, una vez seleccionado, se emprende la marcha, y se desbloquea una vez pasados los 35 km/h. Hasta ahí el pitido va a estar permanentemente sonando, lo que es para volverse esquizofrénico perdido. Entiendo que este modo de funcionamiento es –y así lo dice el manual- para situaciones puntuales realmente complejas. Con él activado no descubro ninguna ventaja clara respecto al modo Auto. Y el pitido te rompe lo nervios.
Con todo, el Partner se reivindica como un campero sin miedo.



Y es un coche apropiado para los valoren poco o nada la delicadeza o el adorno. Los que busquen un coche robusto para todo uso, profesional y familiar, en asfalto o en la tierra. Sin embargo la alternativa sale cara: más de 33.000 euros como coche y cerca de 27.000 matriculado como mixto. Por ese precio, existen una miríada de coches para llevar ancha a la familia o para ir de excursión al campo. Seguro que no son tan rudos ni tan serios en el desempeño de su función, pero cumplen al 85%.

Por lo que este Partner Tepee 4x4 queda reservado a compartir un uso profesional intenso con unas cualidades de disfrute ilimitadas en el tiempo libre. Lo que viene a ser un Pick up pero con techo. Criador y adiestrador de mastines de montaña a diario… y campista familiar y aventurero fines de semana y puentes. Algo así seria su rollo.


NUESTRA NOTA: 7
Valoracion prueba 7
Cosas a favor

Motor
Tracción 4x4
Capacidad interior

Cosas en contra

Altura excesiva
Pitido modo 4x4
Acabado poco “refinado”

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 1.560 c.c.
  • Potencia: 90 CV CEE
  • Par: 21,9 mkg
  • Tracción: Integral conectable
  • Caja de cambios: manual 5 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 438/181/190 cms
  • Peso: 1.497 kgs
  • Ruedas: 205/65R15
  • Maletero: 675 l
  • Cap. Depósito: 60 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 157 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 17,3 seg
  • Consumo medio oficial: 6,1 l/100 kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, TCS, bloqueo de diferencial, climatizador, 4 airbags, dirección asistida, cierre centralizado con mando a distancia, radio Cd Mp3, control y limitador de velocidad, posavasos, apoyabrazos delantero, asientos traseros abatibles...

"Bonus Gallery"
Fotografías del Peugeot Partner Tepee 4x4

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