by AUTODOMINIS

Prueba del Opel Adam Rocks 1.0

Opel Adam Rocks 1.0

" And It Really Does! * "

Opel “gamberriza” su urbano de diseño con una estética más desenfadada y guiños a la conducción menos asfáltica. Y en esta versión 1.0, no sólo gusta lo que se ve desde fuera, sino lo que esconde bajo su capó.


* Y realmente lo hace

“To rock” en inglés tiene múltiples acepciones coloquiales, siendo la de “molar más” la que mejor le va al pelo al pequeño Opel. Y es que realmente este Adam “mola” bastante. Ese ha sido, a grandes titulares, el juicio de todos los que nos han visto con él.

Y es que si el Adam normal ya es un coche “chulo”, el Rocks, a nada que seas un poco osado con el color de la carrocería, lo es más todavía.
Abundan las protecciones plásticas en los faldones y en los pasos de rueda, que opcionalmente se rellenan con unas enormes llantas de diseño compuesto. En el frente varía la ubicación de los intermitentes y el acabado del parachoques, que deja ver un aspecto más macizo con el plástico en crudo al descubierto.
En la trasera también hay cambios en los bajos y en los grupos ópticos secundarios. Asimismo, exhibe una salida de escape trapezoidal de lo más sugerente. Hay otros detallitos cromados menores y la enseña “Rocks” para dejarnos claro que no estamos ante un Adam normal.



Por la parte de arriba, el principal aporte del modelo es su techo de lona plegable, que en menos de 10 segundos y a golpe de botón nos deja a cielo abierto a través de un hueco de generosas dimensiones.

Visto hasta aquí, el coche a pesar de sus poco más de tres metros y medio de largo, no pasa desapercibido.

Tampoco lo hace al arrancar el motor, uno de los nuevos bloques de la familia SIDi de la marca, con tres cilindros, turbo y sólo mil centímetros cúbicos. Es un “motorcillo” que, como buen 3 cilindros, suena curioso.
No, ni mucho menos diré que suena mal, es más, está más cerca de lo contrario. Tiene un run-run sexy y deportivo, una deportividad que le viene al pelo al nuevo Adam si lo que de verdad quiere es “rockear” un rato.



El litro de cilindrada de esta mecánica cunde más que el litro de Fairy. Es un motor que, partiendo del escepticismo más absoluto –para mí todo aquello con menos de 4 cilindros es una segadora- me ha convencido. Tiene bajos, medios y, lo que no me esperaba, un alto régimen brillante. Con los 115CV que logra erogar por debajo de las 5.000 vueltas el Adam Rocks es una bala -dorada, en nuestro caso- que además es capaz de regalar a su conductor si lo desea una experiencia de conducción suave y relajada, punto flaco por ejemplo del 1.0 ecoboost de Ford, también con tres cilindros.
Y con todo ello trae consigo un consumo francamente bajo: 5,3 litros a los 100 kms recorridos de uso mixto. Muy pero que muy cerca –lo que ha sido otra sorpresa- de los datos oficiales.



En autopista a ritmos tranquilos y cruceros sostenidos fuimos capaces de marcar 4,2 l/100kms. En ciudad, su sistema de parada y arranque automático también puso su granito de arena marcando un gran registro. En carreteras secundarias… lo siento, fui incapaz de ir despacio con él.
Es que con su batalla tan corta, un peso próximo a los 1.000kgs, una suspensión firme y un motor dispuesto a darlo todo, cualquier carretera con curvas es susceptible de ser convertida en un pequeño tramo de rally.
Es cierto que la dirección resulta en exceso asistida, que los frenos, de una potencia y tacto satisfactorios al inicio, se agotan más pronto que tarde y que la caja de cambios adolece de un manejo algo pastoso, pero es que su chasis pone el listón muy alto. De hecho, sé que ya está en desarrollo una versión Adam OPC (aunque creo que la van a llamar S a secas) dispuesta a sacar todo el jugo a este conjunto motriz.



Junto a lo bueno del exterior, lo bueno bajo el capó y su buen comportamiento, encontramos un interior a juego. Es un coche pequeño con detalles de grande, tanto en su acabado como en el equipo opcional que a golpe de talonario puede incorporar (volante y asientos calefactables, climatizador, asistente de cambio de carril, equipo multimedia con gran pantalla…).
La postura al volante es ligeramente elevada para mi gusto, pero ello hace que el aro algo tumbado sea más una ventaja que un inconveniente. Los asientos delanteros están bien dimensionados y cuentan con un mullido más bien duro al equipar la tapicería de cuero. Recogen bien el cuerpo y acogen tallas grandes sin esfuerzo a pesar del concepto de coche pequeño. De hecho, al menos sentado delante, el Adam aparenta más grande de lo que es. Muy al estilo Mini.



La instrumentación es clara y sencilla. Quizá el diseño de las agujas no guste a todo el mundo, pero es original. La información se completa con un ordenador de a bordo con el típico manejo Opel. La consola central viene marcada por los aireadores y el equipo multimedia, que a su vez aparece flanqueado por dos conjuntos de botones con diferentes funciones según el equipo adicional elegido. Lo que siempre habrá será el modo “eco” del que ya hablé y que opera sobre el startstop; el cierre de puertas y la asistencia variable de la dirección o modo City, que convierte a una dirección ya de por sí suave, en otra extrablanda para facilitar maniobras en el entorno urbano. Así mismo, nosotros contábamos con el parktronic con medidor de huecos, que resulta algo menos útil, pues precisa de espacios de al menos cinco metros para recomendar el aparcamiento de nuestro coche de 3,69.

Los huecos no son especialmente abundantes en este coche, y se limitan a las bolsas de las puertas y un vacia-bolsillos frente a la palanca de cambios cuyo espacio seguramente ocupe nuestro móvil, pendrive o similar, pues allí se encuentran también las tomas auxiliares del equipo de sonido. No hay ranura de CD. Tampoco hay apoyabrazos delantero y, el freno de mano, es convencional. O todo lo convencional que puede ser uno forrado de negro y amarillo…

Las plazas de atrás, sólo para dos, tienen su talón de Aquiles en la cota longitudinal, porque a lo ancho y a lo alto no falta espacio. Será cuestión de enseñar a nuestros pasajeros a viajar con las piernas cruzadas en postura Flor de Lotto o similar.

El acceso a estas plazas, es pequeño. Supongo que para irnos haciendo una idea de lo que nos espera en cuanto lleguemos al asiento…



El maletero es más aprovechable de lo que parece a nada que hayamos jugado al Tetris en nuestra mocedad. Si somos espabilados veremos como con las maletas en vertical somos capaces de meter todo lo necesario para un fin de semana en pareja… no necesariamente en una playa nudista.
La bandejita del cubreequipajes observa cierta tendencia a quedarse levantada tras trastear en el hueco, pero no hay problema, desde el asiento del conductor y estirando mínimamente el brazo se puede volver a reubicar. Divertido y práctico, pues dado lo escueto del parabrisas trasero, no conviene perder visibilidad.



Concluyo aquí con el Adam Rocks, un coche molón que me ha gustado muchísimo más de lo que en un primer momento me pudiera imaginar. Ya había probado un Adam 1.4 que simplemente me satisfizo… o un poco más.
Lo peor es que el precio a pagar por este coche no es bajo. Hablamos de 18.710 euros que superan los 21.000 en nuestra unidad de pruebas. Con ello entramos de lleno en el “universo Mini”, que en su última reencarnación también se mueve con tres cilindros. El Adam no le tiene nada que envidiar en el aspecto dinámico, pero también es verdad, que a ese precio, los alemanes te dan unos pocos más centímetros por dentro y por fuera que pueden llegar a marcar la diferencia.


NUESTRA NOTA: 9
Valoracion prueba 9
Cosas a favor

Estética atractiva
Motor –en general-
Posibilidades de equipamiento y personalización

Cosas en contra

Dirección blanda
Precio algo elevado
Cuatro dedos más grande y sería perfecto

motor
MOTOR
  • Cilindrada: 999 c.c.
  • Potencia: 115 CV CEE
  • Par: 170 NM
  • Tracción: delantera
  • Caja de cambios: manual 6 velocidades
dimensiones
Dimensiones
  • Largo/ancho/alto: 369/172/149 cms
  • Peso: 1.081 kgs
  • Ruedas: 225/35R18 (Op.)
  • Maletero: 170 l
  • Cap. Depósito: 38 l
prestaciones
Prestaciones
  • Velocidad máxima: 196 km/h
  • Aceleración 0-100km/h: 9,9 seg
  • Consumo medio oficial: 5,1 l/100kms
equipamiento
Equipamiento
  • Equipamiento: ABS, BAS, EDB, ESP, 6 airbags, hill holder, bluetooth, control de velocidad, ordenador de a bordo, luces de día LED, climatizador, volante de cuero, suspensión deportiva, luces traseras LED, tapicería mixta cuero/tela, molduras exteriores en negro, llantas de aleación de 17" pulgadas específicas, ópticas delanteras oscurecidas, techo solar abatible de tela, parktronic trasero, equipo de sonido con 7 altavoces, toma usb aux-in…

"Bonus Gallery"
Fotografías del Opel Adam Rocks 1.0

  • Las plazas delanteras son amplias y los asientos ofrecen la comodidad y el agarre apropiado

    Las plazas delanteras son amplias y los asientos ofrecen la comodidad y el agarre apropiado
  • La tapa del depósito de combustible parece gigante en este pequeño coche

    La tapa del depósito de combustible parece gigante en este pequeño coche
  • Bajo el capó se esconde uno de los mejores propulsores de baja cilindrada

    Bajo el capó se esconde uno de los mejores propulsores de baja cilindrada
  • La pantalla multimedia es fácil de manejar vistosa. A sus lados, las dos botoneras disponibles.

    La pantalla multimedia es fácil de manejar vistosa. A sus lados, las dos botoneras disponibles.
  • El techo de lona se pliega a golpe de botón permitiendo ver una buena porción de cielo

    El techo de lona se pliega a golpe de botón permitiendo ver una buena porción de cielo
  • El Adam Rocks gusta tanto en parado como en movimiento

    El Adam Rocks gusta tanto en parado como en movimiento
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